Revista Usuré Antropología y Transformación Social | Page 14
REVISTA ESTUDIANTIL DE ANTROPOLOGÍA
ñas identidades. A veces lo visua-
lizo por medio de la metáfora de
un espejo roto, hay muchos pe-
queños pedacitos que reflejan de
muy diverso modo el rostro de la
región: chiricanos, teribes, chinos,
meseteños, bribris, borucas… Así
está hecha esa región.
Por eso es importante hacer un
repaso de la historia y ver cómo
se fue poblando esa zona, y cómo
fueron participando los diversos
actores sociales en la construc-
ción de las identidades diversas,
a veces sin darse cuenta. Si uno
lee la historia de Buenos Aires,
por ejemplo, escrita por doña
Luz Alba Chacón, en su trabajo
se encuentra que hay mestizos y
hay unos “fuereños”, y le pregun-
to a doña Luz ¿esos fuereños son
los chiricanos? Y le digo, ¿por
qué decirles fuereños, si ya eran
de aquí? Y me dice con su habi-
tual ternura: “Muchacho, tenés
razón, si papá nos decía a mi her-
mana y a mí “mis chiricanitas”,
porque nosotras somos nietas de
una abuela chiricana”. Pero bue-
no, la forma en que se constru-
ye la identidad a veces nos hace
esas trampas a todos. Y entonces
hay que hacer una relectura de la
construcción de las identidades
en el Sur, considerando, claro,
que hay un proceso de borra-
miento de esas diferencias que se
ha venido dando.
Yo creo estar en esa tarea, y de-
liberadamente evito el mensaje
confrontativo que tanto gusta a
algunos académicos. Yo tengo,
en cambio, un mensaje de ale-
gría y de encuentro mutuo, ese
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José Luis Amador, cerrando tres años de labor en el Museo Nacional de Costa Rica.
Foto por: Elmer González Chavarría.
mensaje es que como nación
somos diversos, ¡y esto es mara-
villoso! Y la gente del Sur más
bien, cuando uno les habla así,
especialmente en Osa, encuentra
un motivo de satisfacción. Saber
que en su región hay nicaragüen-
ses, hay chinos, hay chiricanos,
hay meseteños y toda esa gente
junta es Osa. Lo mismo en Gol-
fito y Buenos Aires. En Palmar
de Osa, por ejemplo, hay gente
indígena que fue desposeída por
la bananera, pero ellos están ahí
todavía hoy viviendo dentro de
las comunidades no – indígenas,
y es muy importante el hecho
de visibilizarlos y de encender
la vela o “las velas étnicas” que
cada uno lleva.
Una vez conocí a una señora en
un lugar que se llama Parcelas de
Ceibo, en Buenos Aires. Su ma-
rido era de origen cabécar, pero
ella era de Grecia. El hecho es
que me cuenta que ella tiene un
hijo que para el cumpleaños pide
que le hagan tamales de arroz, y
el otro hijo para el cumpleaños,
prefiere que le hagan tamal de
masa de maíz. El tamal de arroz
es de origen chiricano y boruca,
los boruca recogen esa tradición
chiricana. Y el tamal de maíz,
como sabemos, es de origen me-
soamericano, pero en ese contex-
to es del Valle Central. Entonces
ella tiene esas dos opciones cul-
turales, las tiene allí en su mesa y
en sus dos hijos.