En ese instante fue cuando me di
cuenta con todo ese lugar
pertenecía de verdad algo fuera
de la realidad que conocía, quise
gritar y llamar a mi familia para
salir de inmediatamente de ese
sitio pero mi voz era ahogada en
el pecho.
El miedo invadió mi cuerpo, solté
la esfera de cristal y esta se hizo
mil pedazos al contacto con el piso
los vidrios pequeños hicieron
extraño sonido al chocar contra el
suelo y mi grito se ahogó una gran
cantidad de lo que parecía ser
cabello humano muerto, seco y
rasposo ;comenzó a salir de mi
boca mis manos lo sacaban
amontones
desesperadamente
sentí que ahogaba y caí al piso; en
mi mente comencé a rezar y
repetir una y otra vez oraciones
que se parecían olvidárseme; pude
levantarme con trabajo y salí por
un puerta de dos hojas de madera
que se encontraba al fondo de la
habitación, que más que otra cosa
parecía un
museo de almas
atrapadas en muñecos prisioneros
en el tiempo.
Continuará…