Revista UNADiccion Octubre 2014 | Page 23

En ese instante fue cuando me di cuenta con todo ese lugar pertenecía de verdad algo fuera de la realidad que conocía, quise gritar y llamar a mi familia para salir de inmediatamente de ese sitio pero mi voz era ahogada en el pecho. El miedo invadió mi cuerpo, solté la esfera de cristal y esta se hizo mil pedazos al contacto con el piso los vidrios pequeños hicieron extraño sonido al chocar contra el suelo y mi grito se ahogó una gran cantidad de lo que parecía ser cabello humano muerto, seco y rasposo ;comenzó a salir de mi boca mis manos lo sacaban amontones desesperadamente sentí que ahogaba y caí al piso; en mi mente comencé a rezar y repetir una y otra vez oraciones que se parecían olvidárseme; pude levantarme con trabajo y salí por un puerta de dos hojas de madera que se encontraba al fondo de la habitación, que más que otra cosa parecía un museo de almas atrapadas en muñecos prisioneros en el tiempo. Continuará…