Obvio …..¿ o no tanto?
Italo Barattini
Desde los Juegos Olímpicos de Munich de 1972 que se añadió al tradicional juramento de los deportistas, escrito originalmente por Pierre de Coubertin, el de los árbitros que, más sencillo, reza más o menos así:“ En nombre de todos los jueces, árbitros y personal oficial, prometo que oficiaremos estos Juegos Olímpicos sin prejuicios, respetando y ateniéndonos a las reglas que los gobiernan con verdadero espíritu deportivo”.
En este año olímpico, es importante que quienes desempeñamos esta labor lo tengamos presente no sólo como una orientación básica, sino como una muestra de lo delicado del tema y nos reservemos algo de tiempo para profundizar en el análisis de nuestro rol y en cómo optimizar nuestras prestaciones.
Cada vez que se dicta un curso o charla de arbitraje, se profundiza en aspectos técnicos de la aplicación de las reglas y se olvida que hay algunas concepciones básicas que son anteriores a conocer y aplicar correctamente esas reglas.
Éstas tienen que ver con aspectos éticos y de comportamiento que muchas veces se dan por obvias, pero que no está de más recalcar a los más jóvenes y recordar a los más experimentados.
11