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-Existen diferentes métodos para trabajar con los perros y quizá el más popular y utilizado desde hace algunos años sea el llamado en positivo, ¿es el más recomendable?
No estoy de acuerdo en que el llamado en positivo sea el método más utilizado ya que por desgracia hay muy pocos profesionales que trabajan realmente en positivo, lo que si abunda es un sub-mundo numeroso de educadores que salchicha en mano y llenos de buenas intenciones pero con escasos recursos más, se anuncian como educadores en positivo, al igual que también abundan los que dicen trabajar en positivo para atraer la atención de clientes pero que realmente no es así y además de los premios, utilizan técnicas de imposición por la fuerza física o psicológicamente intimidatorias, llevando a muchos perros a diferentes grados de indefensión aprendida donde el animal evita el “mal comportamiento” únicamente por temor a un castigo o a las represalias.
La rehabilitación en positivo funciona y da buenos resultados, aunque en mi opinión los avances conllevan mucho más tiempo del necesario, en muchas ocasiones las pautas y los ejercicios se centran en interactuar mucho con el animal y menos con la persona, mis visitas suelen durar entre tres y cuatro horas y mucha gente se sorprenden de ver cómo va cambiando el perro cuando en todo este tiempo, apenas me he dirigido o interactuado con el animal, ahí es cuando la mayoría de las personas comprenden que cuando nosotros cambiamos, el perro cambia, si cambiamos a mejor, habrá avances, si cambiamos a peor, retrocesos.
La gran mayoría de casos que atiendo provienen de haber sido ya tratados con anterioridad por dos, tres y a veces hasta cuatro educadores, etólogos o adiestradores que dijeron trabajar en positivo, familias decepcionadas y en muchos casos desesperadas porque no habían obtenido resultados con este método, lo cierto es que después de escuchar las pautas y ejercicios que realizaron durante un número interminable de sesiones, puedo decir que estas familias no habían sido atendidas por verdaderos educadores en positivo, si no más bien por “expertos” en el manejo de las salchichas y la evitación sistemática de los entornos y estímulos que provocan el problema.