Revista simpozionului Eficiență și calitate în educație - 19 mai 2017 Eficiență și calitate în educație | Page 121

para que contextualicen la información y puedan entenderla. Para que la comunicación tenga lugar, es necesario entender el contexto de la lengua y especialmente usar el conocimiento previo (Yule, 1996; La Barre in Hall, 1981). Consecuentemente, los profesores o facilitadores tenemos que proveer el contexto para que los estudiantes puedan interpretar correctamente la información y vean la relevancia de lo que se está estudiando. El contenido debe estar contextualizado para que sea relevante. La enseñanza de la lengua y la cultura como práctica social provoca reacciones positivas y negativas en la clase, pero casi nunca resulta indiferente. La enseñanza de la cultura, siguiendo el enfoque comunicativo, debe estar integrada al resto de los contenidos de la clase, y no ser un mero "añadido" o una actividad "sobrepuesta". Los contenidos culturales deben estar vinculados con las funciones comunicativas y estructuras formales que se aborden en la clase. Sin embargo cada área debe recibir la atención que le corresponde, es decir, tanto los elementos formales como los culturales deben explicarse y practicarse. Finalmente, hay que tomar en cuenta que los contenidos culturales se elegirán de acuerdo a la edad de los alumnos, el nivel de estudios y los contenidos comunicativos y formales del programa. Enseñar cultura en el aula de ELE significa poner al alcance del alumno una serie de referentes socioculturales (normas, hábitos, contextos sociales, formas lingüísticas con carga cultural) que son indispensables para la comunicación. De esta manera buscamos enseñarle al alumno a comprender la cultura de la LE pero también lo qué se espera de él en cada una de las situaciones de comunicación en esa sociedad y le damos la posibilidad de practicar esos comportamientos. A menudo se insiste en que es necesario enseñar cultura para evitar "malentendidos interculturales". Si bien esto es cierto John Trim nos recuerda que: "La finalidad última de la educación de las personas es fomentar su desarrollo cognitivo y afectivo, a la vez que capacitarles para participar plenamente en la vida social, en el trabajo y en el ocio así como para ejercer sus derechos y deberes de ciudadano". Así, la labor del profesor que enseña cultura implica que le ayudará al alumno a comprender su propia cultura para después compararla con la de la lengua materna, para comprender esa nueva cultura y así poder integrarse, con una actitud de tolerancia y convivencia, a esa sociedad. Tomalin y Stempleski (1993) consideran que la enseñanza de la cultura debe ayudar a los estudiantes a: 1. Comprender que toda la gente muestra comportamientos condicionados por su cultura. 2. Comprender que las variables sociales como la edad, sexo, clase social y lugar de residencia influyen en la manera en la que la gente habla y se comporta. 3. Aprender el comportamiento convencional en situaciones comunes en la sociedad de la LM. 4. Comprender las connotaciones culturales de palabras y frases en la LM. 5. Desarrollar la habilidad para evaluar comportamientos, hacer y refinar generalizaciones fundamentadas sobre la cultura de la LM. 6. Desarrollar habilidades para localizar y organizar información sobre la cultura de la LM. 7. Estimular la curiosidad de los alumnos por la cultura de la LM y fomentar una actitud de empatía hacia su comunidad. En la actualidad, la competencia en lenguas, así como el conocimiento de los aspectos culturales que configuran las mismas, es de vital importancia y deben presentarse de forma simultanea. Al introducir estos factores culturales se favorece el aprendizaje de las lenguas dentro del contexto socio-cultural en que se encuentran inmersas. En este sentido, se puede utilizar tanto la prensa, como la literatura para abordar el estudio de los elementos que constituyen el contexto cultural de esa lengua extranjera para posteriormente poder 121