Revista SICES - Segunda Edición 2019 Julio 2019 | Page 78

72 Ciencias Biológicas y de la Salud geográficas y climáticas que favorecen la permanencia del vector hembra del género Anopheles. Además de poseer factores socioeconómicos y cultura- les que incrementan la vulnerabilidad de la población a la enfermedad. Al tener fuentes de agua cercanas a sus viviendas estas son zonas infestadas por mosquitos, en donde el 78.26% no usa mosquitero durante la noche y el 78.26 % viven en casas expuestas, lo que le permite al vector alimenta- rse dentro del domicilio. La presencia de antecedentes personales de malaria y antecedentes familiares constituye otro de los factores de riesgo identifi- cados. Resultados similares se repor- tan en una investigación ( 12 ) en una población fronteriza a Barí, estado Zulia (Venezuela), donde se identifi- caron algunos factores asociados con el riesgo de contraer la enfermedad, entre ellos: antecedentes personales y familiares de malaria, no utilización de mosquiteros, viviendas precarias con vegetación abundante y proximi- dad a fuentes de agua que sirven como criaderos. Otro factor de riesgo identificado es que son zonas con nivel educativo bajo, el 78.27% de los pacientes solo termin- aron la primaria. También son zonas marginales y pobres donde la mayoría de las familias residen en viviendas precarias y desprotegidas, en donde los jefes de familia solo tienen empleos momentáneos. El nivel educativo de un individuo está sumamente ligado a las oportunidades de ser empleado y ser bien remunerado. Según el Informe mundial sobre el paludismo del año 2012 ( 13 ), las poblaciones con menor nivel educativo son más pobres, y pro- ducto de ello es que son propensos a la enfermedad, debido a que es más probable que vivan en áreas rurales, en viviendas que ofrecen muy poca protección contra los mosquitos, y generalmente tienen menos acceso a medidas preventivas como mosquit- eros tratados con insecticidas o rociado residual intradomiciliario; también es menos probable que esas poblaciones acudan a los servicios de salud que pueden ofrecerles pruebas de diag- nóstico y tratamiento efectivos. El tratamiento antimalárico suele ser bien tolerado, lo que disminuye sus efectos secundarios, sin embargo, un porcentaje importante de la población en estudio manifestó haber experimen- tado mareos como principal efecto secundario. Otros estudios reportan resultados similares, como el realizado en las regiones de Urabá y Alto de San Jorge (Colombia), donde el dolor abdominal y mareo representaron un 25% en el segundo y cuarto día de tratamiento ( 14 ). Distinto al resul- tado del estudio realizado en Turbo, Antioquia (Colombia), que reportó el dolor abdominal como efecto adverso destacado durante el tratamiento ( 15 ). Una de las principales limitaciones encontradas fue en los días de segui- miento, por lo que recomendamos realizar un seguimiento más estricto tomando en cuenta los días 1, 2, 3, 7, 14, 21 y 28 de iniciado el trata- miento, sobre todo en aquellas zonas endémicas del país, ya que se debe esta- blecer un método de vigilancia más personalizado. El 100% de los participantes captados, lograron la negativización de la gota gruesa para el día 7 de haber iniciado el tratamiento y se mantuvo negativo hasta el día 28, verificando que los anti- maláricos utilizados en la región siguen siendo eficaces. Se identificaron como factores poten- ciales de riesgo la presencia de fuentes de agua cercanas a las viviendas, la falta de uso de mosquitero durante la noche y de viviendas expuestas lo cual nos ayuda a comprender las características que hacen vulnerables a estas pobla- ciones, información que sirve de base para futuras acciones encaminadas a reducir el número de casos en la región. A pesar de que el tratamiento anti- malárico es bien tolerado, un por- centaje significativo manifestó tener eventos adversos durante este, sin embargo, ninguno manifestó tener complicaciones después de finalizado el tratamiento. Conclusiones El 100% de los participantes captados, lograron la negativización de la gota gruesa para el día 7 de haber iniciado el tratamiento y se mantuvo negativo hasta el día 28, verificando que los anti- maláricos utilizados en la región siguen siendo eficaces. Se identificaron como factores poten- ciales de riesgo la presencia de fuentes de agua cercanas a las viviendas, la falta de uso de mosquitero durante la noche y de viviendas expuestas lo cual nos ayuda a comprender las características que hacen vulnerables a estas pobla- ciones, información que sirve de base para futuras acciones encaminadas a reducir el número de casos en la región. A pesar de que el tratamiento anti- malárico es bien tolerado, un por- centaje significativo manifestó tener eventos adversos durante este, sin embargo, ninguno manifestó tener complicaciones después de finalizado el tratamiento. Agradecimientos Agradecemos a la Unidad de Servicios Laboratoriales, a la Unidad de Vigilancia de la Salud, al Área de Riesgos Ambientales; estas entidades pertenecen a la Región Sanitaria