Revista SICES - Segunda Edición 2019 Julio 2019 | Page 75
REVISTA SICES
Introducción
La malaria es una enfermedad para-
sitaria endémica en países con climas
tropicales y subtropicales, sin trat-
amiento es potencialmente mortal
en niños y adultos. La Organización
Panamericana de la Salud (OPS)
estima que un niño muere cada 2
minutos a consecuencia de ella y que en
2015 hubo cerca de 429,000 muertes,
de las cuales en su mayoría fueron en
el continente africano. Además de su
importancia epidemiológica y médica,
la enfermedad provoca importantes
estragos económicos en zonas donde
es frecuente, reduciendo el Producto
Interno Bruto (PBI) hasta en un 1.3%
en países con alto nivel de transmis-
ión. A largo plazo, estas pérdidas
anuales han creado diferencias signif-
icativas entre los PBI de países con o
sin malaria, especialmente en el con-
tinente africano. En América el pan-
orama es menos alarmante, en 2016
hubo cerca de 220 muertes producto
de infecciones por malaria ( 1 ).
Desde el año 2000 la región cen-
troamericana ha tenido una reducción
sustancial en el número de casos de
malaria en un 91.2% ( 2 ), sin embargo,
tras una actualización epidemiológica
por la OPS se identifica el aumento de
casos de malaria específicamente en 9
países: Honduras, Colombia, Ecuador,
El Salvador, Guyana, Haití, Nicaragua,
Panamá y Venezuela; esto en 2016 ( 3 ).
Por lo anterior, la OPS recomienda
fortalecer las acciones de detección,
tratamiento y seguimiento de los casos
para controlar la enfermedad y advierte
que los logros alcanzados hacia la elim-
inación de la enfermedad podrían verse
comprometidos si no se mantienen o
fortalecen las acciones de vigilancia y
control en toda la región.
Luego del fracaso de la cloroquina y
la aparición de la fármaco-resistencia
a los antimaláricos, la OMS se vio
obligada a cambiar sus recomenda-
ciones de tratamiento para optar por
una terapia combinada con artemi-
sina en países endémicos que reporten
fármaco-resistencia ( 4 ). En América,
las regiones con más casos de cepas
fármaco-resistentes se encuentran en
Sudamérica, en países como: Brasil,
Colombia, Bolivia, Venezuela, entre
otros. Los cuales han cambiado sus
esquemas de tratamiento con terapias
combinadas con artemisina, en cam-
bio, en los países centroamericanos no
hay evidencia de fármaco-resistencia
a los antimaláricos de primera línea,
exceptuando Panamá ( 5 ). En la actu-
alidad, Honduras utiliza primaquina
y cloroquina como tratamiento de
primera línea para infecciones por
Plasmodium vivax y Plasmodium fal-
ciparum ( 6 ). Un estudio basado en
biología molecular finalizado en 2009
en el municipio de Puerto Lempira,
Gracias a Dios, determinó que la clo-
roquina era eficaz para infecciones por
Plasmodium falciparum en Honduras
( 7 ). Otro estudio en el país, con una
duración de 4 años, reportó un resul-
tado similar ( 8 ).
Estos estudios con enfoques genéticos
apoyan la hipótesis de que no se ha
generado fármaco-resistencia ni se ha
introducido en el país, sin embargo,
debe haber vigilancia permanente
mediante métodos de diagnóstico con-
vencional así como métodos basados
en biología molecular, ya que existe el
potencial para desarrollar resistencia
o que esta sea importada al territorio
hondureño. Este estudio fue realizado
en 2 municipios de El Paraíso (Danlí
y Morocelí) los cuales han mostrado
alta incidencia de casos de malaria
en los últimos años ( 9 ). La captación
de pacientes, previo consentimiento
informado inició en octubre de 2017
y finalizó en marzo de 2018, logrando
captar un total de 23 participantes.
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El estudio surge a raíz de que en esta
región la mayoría de pacientes tratados
por malaria no realizan el seguimiento
mediante gota gruesa control en los
días que estipula la Norma de Malaria
en Honduras 2010, por ello se descon-
oce qué sucede con dichos pacientes
durante y después del tratamiento.
En vista de lo anterior se plantea eval-
uar la eficacia del tratamiento anti-
malárico con cloroquina y primaquina
en pacientes positivos por malaria en
dos municipios de El Paraíso mediante
seguimiento parasitológico por medio
de la tinción de gota gruesa en los días
7 y 28 de iniciado el tratamiento. Se
decidió utilizar este método basado
en microscopia debido a su fiabilidad,
sus ventajas económicas y operati-
vas, además de ser considerado por la
Norma de Malaria en Honduras 2010
como el método de elección para el
seguimiento dentro de los primeros
28 días de iniciado el tratamiento.
Otros métodos existentes para el diag-
nóstico de la malaria son los basados
en biología molecular que implican
mayor costo, infraestructura y personal
altamente capacitado, así como ensayos
serológicos, los cuales son recomenda-
dos para el seguimiento de casos posi-
tivos, debido a que detectan proteínas
específicas del parásito y estas pueden
permanecer en circulación sanguínea
semanas después de haberlo eliminado,
adicionando los posibles resultados
falsos positivos producto de las reac-
ciones cruzadas. Simultáneamente se
identificaron factores de riesgo y efec-
tos secundarios al tratamiento en estas
poblaciones. Este estudio es el primero
en su clase en El Paraíso y pretende
servir como base para estudios futuros
sobre eficacia del tratamiento en esta
región del país.
Materiales y métodos.
Se captó y dio seguimiento a 23