El aprendizaje del inglés comprende el conocimiento y dominio de
distintos aspectos propios de esta lengua, tales como: gramática, sintaxis,
vocabulario, lenguaje corporal, cultura y pronunciación. En la actualidad
muchos profesores y estudiantes de Inglés como Lengua Extranjera (ILE), son
conscientes de las diferencias existentes en las formas del lenguaje de este
idioma. Tales diferencias, en primera instancia, son percibidas por el acento
que caracteriza a cada país, en modo general, si aprenden americano o
británico. Desafortunadamente, en países hispanohablantes otros acentos en
inglés han recibido poca o casi ninguna valoración al momento de aprender
este idioma. En segunda instancia, otras de las diferencias que denotan tanto
profesores como estudiantes son la gramática, el vocabulario y la cultura.
Los intercambios internacionales y la expansión de las tecnologías de
información y comunicación que se han generado producto de la globalización
han permitido que diferentes formas del lenguaje en inglés distintas a la
británica o americana sean conocidas en el mundo de habla hispana. Sin
embargo, durante los últimos treinta años la participación de Estados Unidos
en el escenario internacional ha hecho que se produzca una diseminación de
esta forma del lenguaje, lo que ha hecho que usuarios de otras lenguas tengan
contacto con esta, encontrándola más fácil para comunicarse. No obstante, en
el campo de la enseñanza del inglés predomina la suposición de que la
variedad que debe ser enseñada es la británica, por considerarse la más
correcta. A tal efecto, algunos profesores han recomendado un cambio de la
variedad del inglés americano al británico, dejando a un lado las demás
variedades de esta lengua.
Es conveniente resaltar que no existe una respuesta realmente
verdadera respecto a qué variedad enseñar o qué acento aprender.
Ciertamente el factor geográfico ha recibido gran importancia, por un lado, en
México, por ejemplo, muchas personas tienen mayor posibilidad de estar en
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Arbitrado
1. Introducción