instrumento educativo, una fuerza que ayuda a madurar y que se propone
facilitar una vida en toda su plenitud. Cabe resaltar, que el formar profesionales
de la salud implica asumir el reto de crear y desarrollar una mente inquisitiva,
preparada para estar en un permanente cuestionamiento, es decir, consolidar
investigadores, que desde diferentes disciplinas, aporten al conocimiento
colectivo de la sociedad, Rodríguez (2013). Para esto, es básico que se
moldee una actitud positiva hacia la generación del conocimiento y la ciencia.
La práctica de ciencias médicas, como enfermería, se establece generalmente
a erradicar las alteraciones que afectan la salud del individuo, es decir, la
enfermedad; pudiendo ser psicológica o fisiológica.
No obstante, se olvida así al hombre como ser social y el marcado
carácter humano que debe prevalecer en la atención médica; esta y otras
observaciones, llevan a reflexionar sobre la visión axiológica de las ciencias
de la salud, por lo que el presente estudio está encaminado a investigar el
enfoque axiológico y destacar el carácter valorativo de la ciencia de la salud,
en este caso, enfermería; partiendo de conceptos elementales y del perfil
humanista de esta ciencia. Por ende, más allá de esto poder enfatizar el
pensamiento valorativo en el profesional de enfermería, a partir de la formación
de valores en educandos, futuros profesionales capaces de actuar y evaluar
una situación determinada del paciente, sustentados en los principios
humanos y éticos. Formalizando una estrategia como herramienta en los
cuidados que se le brindan al usuario, donde los valores prevalezcan, la
sabiduría, confidencialidad y la bioética como fundamento a salvaguardar la
vida de todo ser, que se atienda.
4.1. El espacio como discurso formativo para el profesional de enfermería
El espacio como aula de clases universitaria siempre ha sido pretendida
como un tipo de ámbito humano en el que convergen personas que asumen
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Arbitrado
el período en que se prestan los cuidados. Este proceso interpersonal es un