La Tutoría representa una de las acciones protagonistas en el desarrollo
de los Programas de Postgrado en Venezuela. Concebida no como un fin sino
como un medio, constituye un recurso o dispositivo trascendental en el
acompañamiento, orientación y guía de procesos de investigación propios de
ese nivel. Como se describirá a lo largo del presente artículo, esta función es
fundamental por cuanto permite garantizar la efectividad en el cumplimiento
de los propósitos establecidos para este tipo de estudios universitarios. No
obstante, la función tutorial se encuentra signada por carecer de una formación
sistemática para su ejecución. Sobre esta problemática se refiere Ríos en el
prólogo escrito a Ruiz (2006a):
…a pesar de lo importante y delicado del rol del tutor, su
formación viene a ser una especie de “tierra de nadie” donde
parece que cada cual “hace lo que puede” y va aprendiendo de
su propia experiencia, con poca o ninguna instrucción
sistemática…de allí la necesidad de una reflexión sobre la
práctica… que permita ofrecerles a otros la posibilidad de
mejorar su labor (pág. 16).
La cita precedente permite evidenciar la inquietud por parte de la
comunidad universitaria en atender la problemática generada en torno al
abordaje científico que existe en relación con las competencias tutoriales. La
compleja
tarea
del
tutor
requiere
reflexión,
sistematización
e
instrumentalización, a fin de evitar una acción tutorial regida por las creencias
y experiencias individuales sin la necesaria reflexión al respecto.
La dinámica de los Programas de Posgrado en Venezuela revela
múltiples particularidades que atender, resolver y consolidar en atención a la
productividad de cada ámbito del quehacer investigativo de dichos estudios
universitarios. Con relación a esto, algunos estudios efectuados (Balbi, 2011a;
Rondón, 2013; Terán, 2012a): coinciden en señalar como diagnóstico de la
situación la baja productividad en la producción de trabajos de grado,
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Arbitrado
1. Introducción