La sociedad postmoderna esta propiciada por líderes de evolución,
crecimiento y maduración, los cuales se mueven en todo el ámbito
organizacional de las instituciones educativas, desde un punto de vista ético.
Adicionalmente, los dirigentes más preocupados por las personas se
determinan por esparcir la información, llegar acuerdos, compartir las ideas de
otros, mantener diálogos abiertos, atender esmeradamente, potenciales,
actitudes, fortalezas, debilidades, necesidades, intereses de los sujetos;
enfatizando por medio de la estimulación, comunicación, interacción y
democracia flexible entre las partes.
Por lo tanto, es preciso que el gerente líder influya en la organización,
el personal que tiene a su cargo, fundados en aspectos éticos-morales
auspiciados por la institución. Esto conduce a la acción de los líderes se
efectuará con el hecho de fomentar las funciones inherentes al cargo que
desempeñe; tomando en cuenta las potencialidades, habilidades y destrezas
del trabajador.
En este orden de ideas, el mundo cada vez más se hace competitivo en
lo que concierne al aspecto educacional, por lo que es importante que, al
mismo tiempo del potencial y la convivencia, se afiance en la disposición de la
jornada diaria; focalizando la armonía y paciencia entre los trabajadores. Es
necesario que elementos como creación, eficacia y talento, vayan de la mano
con principios y valores éticos. Todo esto busca que la institución y sus
miembros alcancen las competencias en el desarrollo del comportamiento
basado en la ética, la responsabilidad, compromiso, interacción, relaciones
interpersonales, toma de decisiones compartidas, comunicaciones efectivas y
liderazgo en el fomento de la misión y visión de la organización.
Es relevante que los líderes educativos establezcan en su planificación
el fortalecimiento de valores éticos deseables, en pro de los beneficios de las
organizaciones. Por ello tiene que ser fundamental los valores intrínsecos de
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Arbitrado
1. A Manera de Introducción