Desde la perspectiva histórica, se puede decir que el ser humano es un
ser que constantemente vive transformándose y a su vez transformando su
pensamiento y su entorno. Esta transformación la podríamos definir utilizando
un término del naturalista inglés, Charles Darwin: evolución. Dicho término
está enmarcado, en este ensayo, no en la apreciación de un cambio en
herencia genética fenotípica sino más bien como una causa a la biodiversidad
en cada nivel de la organización biológica, es decir, como una propiedad
inherente a los seres vivos de buscar lo mejor, de desarrollarse con tal de
lograr fines mayores.
Dentro de ese proceso evolutivo la historia humana ha vivido en una
constante tensión y transformación entre el ser y el deber ser, dicha tensión
hay que entenderla no como una complicación de la naturaleza humana, sino
más bien como la comprensión de que el hombre es un ser complejo por
naturaleza, que se encuentra en una situación, en una realidad y por ende,
busca, tiende a algo más allá. En esa tensión se podría ubicar el proceso
epistemológico y más aún, el proceso educativo, el cual debería tener como
fin último, el crear pensamiento crítico. Además, dicho proceso hay que
enmarcarlo dentro de la complejidad propia del ser humano.
Por tanto, teniendo como finalidad contribuir a la controversia educativa
contemporánea intentando sintetizar y clarificar teoría del conocimiento, este
ensayo tiene como propósito considerar la necesidad de una teoría educativa
que sea vista desde el enfoque de la complejidad para la formación de
pensamiento crítico y complejo.
Para lograr tal fin, se efectúa una breve indagación histórica del
problema epistemológico, teniendo como inicio a los presocráticos y culmen a
los psicopedagogos del siglo XXI con tal de entender, cuáles son sus
características y su modo de proceder. Luego, se hará una consideración del
surgimiento de la teoría crítica y cómo la misma influyó en la necesidad de
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Arbitrado
1. Introducción