La sustentabilidad constituye hoy día un reto que debe ser asumido en
todos los contextos, de manera que garantice el desarrollo social, económico,
científico de la humanidad. Ello exige promover prácticas de valores que
estimulen patrones de consumo ecológicamente posibles para una mejor
sociedad. En tal sentido, se busca satisfacer las necesidades humanas,
incrementado el potencial productivo, a la vez asegurando oportunidades
equilibradas que beneficien a toda la comunidad.
Dentro de los principales desafíos del desarrollo sustentable está el de
propiciar una educación, formación y/o capacitación, que lleve a actuar
conscientemente a todos los actores de la sociedad al resguardo, cuidado y
mantenimiento del ambiente. Por lo tanto, se debe promover espacios
educativos en el que se fomente el valor de la naturaleza cuyo norte sea
alcanzar el desarrollo sustentable que demanda nuestro planeta.
Cabe referir que en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999): el Artículo 15 preceptúa que “El Estado tiene la obligación
de establecer una política integral preservando la diversidad y el ambiente”.
Así mismo, el Artículo 107:
La educación ambiental es obligatoria en los niveles y
modalidades del sistema educativo, así como también en la
educación ciudadana no formal. Es de obligatorio cumplimiento
en las instituciones públicas y privadas, hasta el ciclo
diversificado, la enseñanza de la lengua castellana, la historia
y la geografía de Venezuela, así como los principios del ideario
bolivariano.
En correspondencia con los estatutos legales, la Ley Orgánica de
Educación (2009): en el Artículo 15, numeral 5, establece como uno de los
fines de la educación “impulsar la formación de una conciencia ecológica para
preservar la biodiversidad y la sociodiversidad, las condiciones ambientales y
el aprovechamiento racional de los recursos naturales”. Es decir, la educación
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Arbitrado
1. Introducción