Revista Scientific Volumen 3 / Nº 8 - Mayo-Julio 2018 | Page 68

de aprendizaje, no sólo de carácter profesional y cultural en su sentido más amplio, sino también de carácter humano y por lo tanto, de carácter ético y moral. Desde estas premisas, se muestra significativamente la importancia que tiene la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción, promulgada durante la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior (UNESCO, 1998), donde se refiere en los Artículos 2, 5 y 9, al papel que ha de jugar la ética, la investigación y las humanidades en todas las disciplinas en una nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza superior. Por otro lado, las instituciones de educación superior, poseen en su discurso un compromiso institucional que busca proveer a los estudiantes un conjunto de particularidades intelectuales y morales, que le consientan interactuar con los demás, incorporando la ética y los valores, para que coexistan competentes de desempeñarse, enfrentar contextos complejos de la vida cotidiana, de modo que puedan ofrecer un servicio profesional de calidad a la sociedad. Desde este punto de vista, Savater (2005:12), sostiene que: Lo más importante de la educación y por ende, del enseñar, radica no propiamente en transmitir información, sino en aportarle al estudiante la formación de actitudes y valores para la construcción ética del conocimiento, y construirse simultáneamente como personas. La educación es el más humano y humanizador de todos los empeños. Se nace humano, pero eso no basta: tenemos también que llegar a serlo, los humanos nacemos para la humanidad. Hay que nacer para ser humano, pero solo llegamos a serlo plenamente cuando los demás nos contagian su humanidad. 2.2. Hacia una aproximación del discurso formativo del profesional La acción formativa crítica implica un lenguaje innovador desde la pedagogía, que no figura solamente el situar saberes disciplinarios sino también gnosis política y aptitud transformativa de la convivencia social. Desde 67 Artículo que la universidad, en el contexto sociocultural actual, es un espacio óptimo