Revista Scientific Volumen 3 / Nº 7 - Febrero-Abril 2018 | Page 234

En el ámbito mundial, los jardines ornamentales son llevados a la práctica como estrategias ecológicas, para el embellecimiento de las áreas verdes, considerándose en respuesta alternativas para minimizar el impacto ambiental que fomenta la actividad humana tradicional, especialmente sobre el suelo y el agua. Consiste en una serie de medidas con el fin de obtener un mejor espacio para la práctica del esparcimiento y la recreación, a la par de preservar el ambiente. Estas alternativas contemplan el uso propicio de la tierra, tomando en cuenta su potencialidad para cada tipo de plantas en particular. Al respecto Loyo (2013), considera que la “aplicación de métodos ecológicos disminuye la degradación de los suelos, evadiendo así la acción de los agentes erosivos, por consiguiente, la siembra de plantas ornamentales de manera tradicional, fortalecen los aspectos ecológicos, por cuanto permite crear conciencia conservacionista en quienes practican de este estilo de cultivo”. (pág. 4). De igual manera, se busca mejorar el uso de los fertilizantes y el manejo adecuado del agua, bien sea de lluvia o la utilizada para riego; y se procura el uso de abonos verdes como cultura ecológica, con el fin de darle un mayor aprovechamiento a los recursos naturales, así como la conservación de los mismos. Bajo esta tendencia, Sierra (2012), señala “con la puesta en práctica de medidas ambientales para la preservación de áreas verdes se han ido creando modelos de desarrollo independientes, que aseguraran espacios naturales activos en las comunidades y sus adyacencias” (pág. 98). Esto, ha impulsado una serie de valores y actitudes necesarias para un cambio hacia comportamientos más respetuosos con el medio ambiente, se obtendrá un ambiente equilibrado, se aprovechará la diversificación y protección de las plantas, conservación de aguas, suelos, y otros. 233 Arbitrado 1. Introducción