instituciones universitarias recientemente es que la comienzan a aceptar como
objetivo de la visión que desean lograr en el ámbito que les corresponda
abarcar. Sin embargo, no debe ser avocada en la radicalidad sino más bien
debe ser acogido como de manera responsable y no como una simple manera
de resolver las problemáticas que le atañen.
Por
esto,
con el
presente ensayo
se pretende analizar
la
responsabilidad social que compete a la extensión universitaria en el proceso
de vincular a ésta con la comunidad. De todos modos, se observa que en los
recintos universitarios debe haber interacción con los ámbitos sociales
adyacentes. Tal como lo establece, Rodríguez (2010): cuando expresa que se
“deben establecer relaciones con la sociedad, que les permita consolidar su
quehacer, cada vez más trascendente para diferentes personas, grupos e
instituciones del Estado, y la Sociedad Civil” (pág. 15). En otras palabras, se
escuchan diatribas si la universidad es quien debe adecuarse a la sociedad o
contrariamente si la colectividad debe adaptarse a particularidades que sean
inherentes a la misión educativa de éstas.
En resumidas cuentas, el descrito escenario sirve para adentrarse
según Cruz (2010): “desde diferentes perspectivas que intentan establecer y
delimitar de qué es responsable la universidad en el siglo XXI, porque
habitualmente dichas responsabilidades son influenciadas por la perspectiva
económica asignada al quehacer universitario” (pág. 38). Es decir, la
universidad se responsabiliza de la sociedad, además de aspectos de su
misión en cuanto a lo cultural y sociable, como bien público dirigidos a la
excelencia e investigación.
2. Desarrollo
La educación universitaria en este momento, su éxito radica en la praxis
formativa del profesor actual, sobre todo aquel que es creador de
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Arbitrado
Se puede observar hace tiempo, esta idea es acogida. Sin embargo, las