punto de vista de la transdisciplinariedad, no tiene por qué favorecer el
enajenamiento del conocimiento; por el contrario, su propósito debe centrarse
en la contextualización, la concreción y la globalización de los saberes
compartidos. La educación transdisciplinaria le aporta nuevos valores al papel
que deben desempeñar las universidades, así como al imaginario y a la
transmisión del conocimiento. Por consiguiente, la educación transdisciplinaria
no sólo debe ser desarrollada en la universidad, sino que su aplicación debe
iniciarse en la educación maternal hasta la educación superior, al igual que en
todos los ámbitos de la vida.
De allí que desde la academia se debe reflexionar para presentar
planificaciones relacionadas con la apertura de la educación superior,
inclinando la balanza hacia el deber ser y el ser de las universidades
venezolanas, particularmente de las universidades politécnicas territoriales,
con el propósito de formar profesionales integrales con perfiles inter o
transdisciplinarios, capaces de enfrentar la realidad y aportar respuestas
viables y confiables a una sociedad que las requiere.
4. Referencias
Borrero, A. (2008a,b). La Universidad. Estudios sobre sus orígenes,
dinámicas y tendencias. Bogotá, Colombia: Editorial Pontificia
Universidad Javeriana.
Gibbons, M., Limoges, C., Nowotny, H., Schartzman, P., Scott, P., & Trow, M.
(1997). La nueva producción del conocimiento. Barcelona, España:
Pomares-Corredor.
Martínez, M. (2013a,b). Epistemología y metodología cualitativa en las
ciencias sociales. México: Trillas.
Morin, E. (1992). Sobre la interdisciplinariedad. ICESI, (62). Colombia:
Trabajo presentado en Medellín, en el curso internacional sobre La
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Arbitrado
En tal sentido, una educación universitaria auténtica, integral desde el