El autor, antes referido, reseña que la educación ambiental profundiza
en las dificultades ambientales; buscando alternativas para mediar, controlar,
evaluar y dar seguimiento a la conservación del ambiente como estrategia de
consolidación de teoría y practicas educativa en función de mejorar la misma.
Por lo tanto, se sitúa en una perspectiva más amplia, que permita concretar
los objetivos a desarrollar, no olvidando el campo cognitivo, emocional,
holístico, interacción con el ambiente, acercando al individuo a la verdadera
dimensión de los problemas ambientales.
3. Tratamiento de Aguas Residuales
Las aguas residuales comprenden los residuos sólidos que son
originados por los desechos domésticos, industriales e institucionales,
trasportan una cadena de materia orgánica e inorgánicas provenientes de
desaguaderos, recipientes, sanitarios, cocinas, lavaderos, fregaderos, grasas,
aceites, criaderos, entre otros. En tal caso, corresponden a aguas que
contienen contaminaciones de distintas especies que luego son utilizadas por
las personas. Al respecto, Bravo (2015), sostiene que:
Las aguas residuales están formadas por un 99% de agua y
1% de sólidos en suspensión. Estos sólidos pueden clasificarse
en: Inorgánicos, formados por nitrógeno, fósforo, cloruros,
sulfatos carbonados, bicarbonatos y algunas sustancias
toxicas como arsénico, cadmio, cianuro, cobre, mercurio,
cromo, plomo y zinc y; Orgánicos, sólidos nitrogenados que
contienen nitrógeno en sus elementos con albuminas, orina,
aminas y aminoácidos, que se encuentran en las grasas y el
jabón (pág. 32).
La postura del autor, antes citado, se encuentra en que las aguas
residuales están compuestas, en su totalidad, por agua, en la cual se clasifican
en inorgánicas y orgánicos. Dichas aguas son líquidas, las cuales son
defecadas como desechos, cuando son utilizadas en actividades del consumo
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Arbitrado
cree el interés y el amor por la naturaleza” (pág. 296).