actuaciones laborales en estas instituciones.
Esta orientación organizativa, resulta relevante en el establecimiento de
una gestión tecnológica estratégica, que haga viable las decisiones tácticas y
operativas que garanticen los cambios a nivel local con miras a la
incorporación del conocimiento organizacional, lo cual contribuiría al
despliegue de la capacidad informativa y comunicacional en la visión de una
sociedad del conocimiento, que agregaría valor a gestión tecnológica en la
administración pública.
Al respecto, Maya (2006): explica que el valor de la gestión tecnológica
las políticas de funcionamiento, debe están ligadas a los procedimientos
esenciales para la producción de acciones destinadas a la generación de
bienes o servicios informativos, comunicativos y del conocimiento, sobre la
base de un conjunto de acciones operativas de los gerentes, enfocadas al
desarrollo eficiente de los procesos técnicos-administrativos (pág. 116).
Al respecto, Certo S-Piter (2001): sostiene que la tecnología, “puede ser
utilizada en forma sistemática para el diseño, desarrollo, fabricación y
comercialización de productos o para la prestación de servicios, incluyendo la
aplicación de las técnicas asociadas a la gestión” (pág. 45). Como herramienta
administrativa, ha traído consigo un proceso de reflexión sobre la importancia
de las competencias digitales de los gerentes en su desempeño para la
conducción organizacional en la administración pública.
Como derivada, los gerentes en las organizaciones deben desplegar
una capacidad de gestión tecnológica, que Jaimes, Ramírez, Vargas y Carrillo
(2011b), señalan: se componen de cinco (5) procesos: (a) diseño de la
estrategia, (b) planificación del desarrollo, (c) capacitación, (d) adquisición de
recursos, y (e) transferencia de tecnología. (pág. 104).
La transferencia tecnológica, según la Fundación COTEC para la
Innovación Tecnológica (COTEC, 2003b): señala que representa el “capital
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Arbitrado
para lograr el desempeño de las normas y procedimientos que rigen las