Coincidencialmente, otros especialistas como Lindsay, Poindron y
científica: Claridad, precisión y concisión. Posturas que en términos
redaccionales contribuyen significativamente a la afirmación cierta de que
escribir se traduce en redactar organizadamente la información mediante el
uso de un lenguaje sencillo y entendible. Su función trascendente, dice Carlino
(2005): es la de comunicar en forma escrita, lo que se estudia.
Considera que comunicar lo que se pretende con la escritura en
investigación es en sí misma, difundir o publicar. Refiere que escribir es
empezar a promocionarse teniendo en cuenta si se hace en forma privada o
pública. Para ello es fundamental que cualquiera sea el texto académico que
se escriba, debe cumplir con normas establecidas de estructura y de contenido
cuando su propósito sea el de su publicación formal.
Distinguir o atender estructuralmente la escritura y la redacción
investigativa según su forma, alude básicamente a la organización del texto en
cuanto a hacer uso apropiado del lenguaje con la utilización de un vocabulario
técnico, elegante y un estilo sobrio y mesurado. Además, se refiere al uso
adecuado de los signos de puntuación, buen uso de las mayúsculas, tipo de
letra y consideración de los márgenes.
Por otro lado, vale hacer referencia a las observaciones de fondo en la
escritura, en cuanto a mantener la unidad de pensamiento asumiendo la
coherencia de las ideas expuestas y la logicidad en el planteamiento
desarrollado. Asimismo, es importante lograr la investigación en profundidad,
lo cual exige profundidad en la lectura para desarrollar profundidad en el
planteamiento o tesis escrita.
Es básica, en este sentido, la originalidad del trabajo en virtud de su
escritura y redacción con estilo propio y claro, de manera que sea entendible
al lector haciendo uso apropiado de un lenguaje con la sintaxis correcta y la
atención al tiempo, al género y al número, que es lo se conoce como
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Editorial
Morales (2011): plantean tres características importantes de la redacción