aprendizaje.
El material desarrollado de forma didáctica y complementaria a la
información suministrada por el docente y los libros texto guías, ofrecen ciertas
ventajas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Primeramente, permite que
el docente pueda interactuar de manera más animada con sus estudiantes en
el salón de clases. Seguidamente, facilita la planificación y la evaluación de
los objetivos formativos para lograr las competencias exigidas. Por otro lado,
ayuda al estudiante a que sea más fácil la organización de su metodología de
estudio. Y, aunque el libro texto es esencial para la compresión de la unidad
curricular, el material complementario ayudará a que el estudiante puede
entender más fácilmente la información técnica. Sin embargo, hay que estar
consciente que proporcionar material de apoyo al estudiante para la
compresión de la asignatura, puede crearles vicios en su desarrollo educativo
al evitarle consultar textos de interés. Por lo tanto, se recomienda tener mucho
cuidado en no proporcionar toda la información para que puedan verse
obligados a consultar las respectivas referencias bibliográficas necesarias
para profundizar sus conocimientos. Esto quiere decir, que el docente debe
tener presente que la información que suministre a sus alumnos debe ser
cíclica. Primero, impartirá sus clases con material didáctico y su experiencia.
Luego, sugerirá a sus alumnos que revisen el material complementario
proporcionado para poder leer el texto guía. Finalmente, el estudiante a través
de actividades guiadas fuera del aula de clases se verá en la obligación de
revisar las bibliografías pertinentes y de asistir a las consultas tutoradas por el
profesor con la finalidad de aclarar términos y dudas.
De esta manera, el docente logrará que el proceso de aprendizaje sea
cognitivo y forme parte del proceso histórico-social del estudiante al adecuarse
a las nuevas inquietudes del entorno educativo de nuestra sociedad.
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Arbitrado
4. Impacto que pueda generarse en el proceso de enseñanza y