En la actualidad educar quiere decir formar ciudadanos y ciudadanas,
los cuales no están parceladas en compartimientos, ni en capacidades
aisladas; la capacidad de una persona para relacionarse depende de las
experiencias que vive, y la educación es un lugar preferente para establecer
vínculos e interacciones que condicionan y dependen de las propias
concepciones sobre uno mismo lo que da y sobre los demás. Entender esta
transformación exige un modelo pedagógico en que la escuela se configura
como un microsistema por la teoría-praxis, con una organización social y unas
relaciones interactivas entre el vínculo hogar, escuela comunidad a los
procesos pedagógicos y los incorpore como parte fundamental a la formación
integral de él y los educandos.
Ante esta realidad, en aspectos relacionados con la educación, se
orienta el horizonte escogido en lo concerniente a la calidad educativa. La
UNESCO en la declaración de la educación para todos, plantea que la
educación es tarea de todos porque supone compromisos renovados, de sus
actores en espacios de corresponsabilidad. Nuestro país a raíz de la
promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999), la participación se asume como la columna vertebral de todos los
proyectos sociales, porque proporciona oportunidades al ser humano para que
ejerza su derecho como protagonista de su destino, al tiempo que busca la
igualdad de oportunidades.
El presente artículo tiene como propósito divulgar algunos avances
relacionados con el trabajo de investigación denominado La Integración de los
Saberes Comunitarios como Estrategia de Aprendizaje en la Praxis Educativa
de la Comunidad de los Llanitos de Timotes; para que la escuela desde la
dimensión socioeducativa emprenda la integración activa con la idea de
reivindicar el sujeto como constructor de su propia comunidad y de la calidad
educativa, y a su vez la forma más rica de los valores culturales y la
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Artículo Arbitrado
1. Introducción