Revista Scientific Volumen 2 / Nº 3 - Febrero-Abril 2017 | Page 165

Al hablar sobre los propósitos de la evaluación se hace referencia al papel fundamental de la evaluación como orientación al docente, al estudiante, a los planificadores y admiradores de la educación. De esta función se desprenden procesos que son inherentes al proceso de evaluación, estos son la Autoevaluación, Coevaluación y realimentación. Es importante señalar que la debe tratar de describir (lo que está bajo discusión), valorar y remediar (los errores y deficiencias). La evaluación tradicional normalmente es válida sólo en el segundo aspecto (valorar), y con frecuencia se olvida del tipo de consejo y apoyo que necesitan los estudiantes para triunfar en sus estudios. Se ha de insistir que los procedimientos de evaluación adquieren un sentido u otro, se aplican de una u otra manera, según la actitud con la que se aborda la actividad evaluativa. Algunos términos como diálogo, consenso, flexibilidad, autorreflexión, coevaluación y participación deben animar la actividad evaluativa si se pretende lograr una verdadera transformación en la praxis evaluativa universitaria y que tenga un impacto en la calidad de los procesos de aprendizaje de los participantes en el hecho educativo. Autoevaluación, para concretar la definición de autoevaluación debe remitirse a la idea fundamental de la de aprendizaje. A este respecto debe comprenderse que, el mismo se produce por una reacción del individuo en respuesta al medio ambiente. Es decir, es la respuesta que da el individuo a las experiencias que obtiene del medio. Coevaluación: Esta alude a las secciones de clase en las que, con la participación o no del facilitador, se realiza un esfuerzo por evaluar la efectividad del grupo completo o de algunos subgrupos en cuanto a ciertos fines. La coevaluación es producto de la comunidad de aprendizaje, por tanto, son los mismos alumnos y alumnas quienes valoran sus progresos y debilidades. El docente, en este caso, solo cumple la función de orientadora 165 Arbitrado 2.2. Autoevaluación, coevaluación y realimentación.