Revista Scientific Volumen 1 / Nº 2 - Noviembre-Enero 2016-2017 | Page 134

Desde el comienzo de la historia del hombre en el planeta tierra, ha visto la inquietud de evaluar, controlar y reorientar las actividades que él con sus semejantes realizan en un tiempo y espacio determinado. Esta cualidad por supuesto la heredó de Dios, quien al hacerlo a su imagen y semejanza, lo dotó de algunas características de su creador: supervisor por excelencia. El libro de Génesis narra cómo el Ser Supremo en todo momento supervisó y evaluó su maravillosa creación al manifestar que todo lo creado “era muy bueno” (Gen 1:31). Este pasaje bíblico, es sólo uno de los ejemplos de cómo la necesidad de supervisar el trabajo, es algo con lo que Dios ha dotado al hombre para su desenvolvimiento en este planeta, lo cual la historia corrobora desde las primeras civilizaciones que se formaron después del diluvio, como la Egipcia, Asiría, Mesopotámica–babilónica, Medopersa, Griega y Romana. De allí que, a lo largo de la evolución histórica todas las organizaciones emplean diversos mecanismos para lograr las actividades que desarrollan, ya que cada proceso posee su propia naturaleza y forma de hacerlo; es por ello que utiliza la supervisión, como acción de verificar el cómo y con que lo están realizando en caso específico en la educación, para mejorar el trabajo pedagógico, el cual ha sido elemental para el desarrollo de la humanidad en general. Se debe tener presente, como las naciones se desenvuelven a partir de la educación de sus ciudadanos, sería lógico pensar que desde tiempos remotos la educación haya estado presente en este apartado solo como instrumento de verificación y perfección de la calidad de la enseñanza, al respecto en palabras de Ortega (2012) la educación se puede comprender como la destinación para ampliar la capacidad que posee cada ser humano apoyado en lo moral y afectivo, partiendo de su cultura y de la normativa que rige la sociedad; por ello se le denomina un bien público y derecho humano 133 Arbitrado 1. Introducción