SAPO LECTURA
Es de destacar que los Incas utilizaban
también los banquetes, comida y bebida en
abundancia, para comprometer o establecer
alianzas más fuertes con los Curacas. Y, en los
frecuentes ayunos rituales que presenciaron
los españoles, solo se privaban de sal y ají, y
eventualmente de tener sexo. Sería valioso
que aquellos defensores a ultranza de las
vanguardias experimentales, los impulsores
del mero pensamiento científico y tecnológico
en la actividad culinaria, y especialmente
los irresponsables imitadores, no olviden
que es fundamental seguir educando, desde
la más temprana edad, los paladares con
platos no solo perfectos en composición,
estructura arquitectónica, paleta cromática, y
balanceados nutrientes necesarios para la vida,
sino en el disfrute gastronómico (inherente al
hombre), sabores, aromas, texturas, historia. El
conocimiento empírico, en definitiva, permitió
que nuestros abuelos y abuelas desde la
prehistoria, y los grandes referentes de la cocina,
lograran creaciones que nutren el patrimonio
cultural de cada pueblo en particular, de toda
la humanidad, esta controversial cofradía de
animales culinarios que integramos.
Desde Buenos Aires, Argentina.
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