Tenía selfies con los
asistentes a la fiesta en el
baño orinando, dentro de una
Van donde vendían poleras,
con personas disfrazadas,
con los que tocaban, con los
Djs, me faltaba solo sacarme
fotos con los cangrejos de
la playa. Un chileno famoso
en Portugal que luego de
un festival tenía muchas
opciones de ser por lo menos
concejal.
Antes de irnos, me comí
dos cachorro queinchi, un
completo portugués que
tenía hasta papas fritas
dentro, por Dios el bajón
bueno, amé los cachorro
queinchi, algo livianito antes
de acostarnos.
El trayecto en auto a nuestro
camping, el meterme dentro
del saco y el quedarme
dormido no lo recuerdo, pero
lo que si recordaba, era que
al otro día era el segundo
día del mejor festival que he
asistido en mi vida.
CRÓNICAS DEL
GOZADOR PROFESIONAL
Por: Rodrigo Escaff.
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