Pero los habitantes del Cajón del Maipo, al día de hoy, sienten cada
mañana esa hermosura impresionante. Las montañas del Maipo están
situadas dos horas -más o menos- de distancia en automóvil de la capital
de Santiago. Por eso, todo viajero que se diga amante de la naturaleza
debe llegar hasta el macizo montañoso. En días claros es factible visitar un
par de glaciares, en otros, con el simple hecho de llegar, aspirar la frescura
de ese viento y palpar el latido la vida es suficiente.
Con estas palabras dejo, como testimonio, el silencio de la roca que platica
con el viento y la belleza de las cumbres de Los Andes majestuosos en el
Cajón del Maipo.
Por: Armando Rivera y Andrea Torselli, Fotógrafa Guatemalteca, Chile.
Fotografías: Andrea Torselli.
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