La intimidad se debe reafirmar siempre. La
complicidad del uno con el otro es fundamental,
pero no debemos dejar de ser seres libres con
nuestras propias vivencias, respetando siempre
el espacio de cada persona.
¿Qué sucede cuando estos factores empiezan
a desaparecer? Se desencadena una serie de
conflictos que afectan la intimidad y ya no hay
reciprocidad. Las expectativas como pareja
empiezan a desaparecer, la relación comienza a
hundirse y en algunos casos no quieren separarse.
El dolor que produce el desapego muchas veces
es difícil de manejar y es entonces cuando se
emprende la búsqueda de la solución. Por lo
general se acude a profesionales para recibir
terapia y así poder recuperar lo perdido, retomar
el espacio que sin querer se fue descuidando. En
muchas ocasiones, es un proceso desgastante
que se produce demasiado tarde.
Lo importante es no llegar a ese extremo, hay que
aprender a vivir en pareja la tarea no es fácil, pero
tampoco difícil.
vivencialhoy
Por: Orlanda Torres Quintero,
Miami, USA
Libro “Volando en Solitario”
www.revistasapo.com
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