REVISTA SAPO REVISTA SAPO 06 | Page 53

Los niños andaban en bicicleta hasta que se cansaban y uno siempre terminaba solo, intercambiando cigarros con los “Metralleta Boys” hasta que, por temas de seguridad, nos pedían que si podíamos apagar la luz del alumbrado público para establecer un poco más de control y estar más atento por si alguien de otra favela ingresaba. Todo en una conversación relajada y buena onda. Sin embargo, en cada segundo los “Metralleta Boys” permanecían atentos a sus walkie- talkie comunicándose con otros dentro de la misma favela para saber si la policía estaba cerca. Muchas veces al día lanzaban bengalas para anunciar de qué territorio la policía o las fuerzas armadas estaban cerca, sin importar si eran las 5 de la mañana. El sonido es fuerte y asusta bastante, sobre todo si los lanzan afuera de tu ventana pero al igual que los otros hábitos que ellos tienen con el pasar de los días me di cuenta que nadie se asustaba cuando las lanzaban y todos seguían su curso normal. Por ejemplo, los niños que venían saliendo de clases, continuaban bromeando, jugando y saltando Bastaba 3 segundos para mirar la estela de humo que dejaban en el cielo y luego seguían riendo y jugando. Lo mismo pasaba con el viejo que hablaba solo debajo de un árbol, él seguía fumando su cigarro. Yo por mi parte, seguía conversando por Skype con mi mamá y dejándole claro que estaba bien y que esto era pan de cada día. www.revistasapo.com 53