CHILE
Todo ocurre gracias al cuidado de sus colaboradores directos, gente de la
zona, quienes cuentan con el conocimiento traspasado de generación en
generación, por lo tanto aman lo que hacen y respetan orgullosamente la
tradición, estas parras son su pasión y los que los mueve a vivir el día a día
en el campo, sin saber quizás lo importante que significa ser partícipe del
patrimonio histórico de la viticultura cauquenina que también es la base de
la historia de la viticultura chilena.
En estos viñedos la recolección es manual, la molienda se realiza con zaranda,
y la fermentación se lleva a cabo con la técnica centenaria de lagares abiertos.
También se incorpora la tecnología disponible en su desarrollo y posterior
guarda en fudres y estanques de acero inoxidable. Si bien Sergio lleva un
tiempo ya presentando al público sus vinos, está próximo a estrenar una
nueva imagen y mayor variedad de etiquetas y productos, ya que al trabajo
anteriormente descrito, este año incorporó tinajas para realizar Cancha
Alegre País del cual solo se producirán 400 botellas.
Cancha Alegre es un símbolo de tradición pero también de innovación,
esto porque Sergio con ayuda de su amigo Philippo Pszolkowski, profesor
de la Universidad Católica de Chile están trabajando actualmente en la
recuperación de la cepa Portugais Bleu, de la cual lograron plantar una
hectárea luego de un arduo trabajo en vivero para poder reproducir el poco
material genético conseguido en el año 2010.
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