INDUSTRIA DEL DELITO
“ La ciudad patológica”, como la llamó Quetelet, constituyó la imagen de la ciudad contemporánea, donde era preciso construir“ aparatos” de segregación y seguridad urbana, que permitieran regular a los grupos sociales considerados como defectuosos para el desarrollo del capitalismo liberal que se impuso en todo el mundo. Este proceso político, económico, social y cultural significó neutralizar las“ verdaderas” causas de la marginalización y pobreza, principalmente el sistema económico que se estaba instalando.“ La Cuestión Social”, dio el marco a las instituciones públicas, como la medicina y las ciencias criminológicas, para elaborar un archivo o gabinete del cuerpo del delito, custodio del biotipo criminal.
“ La ciencia criminal influenciada por los saberes higiénico-sanitarios, se endurecieron durante el largo siglo XX, con la antropología criminal europea( especialmente la italiana, francesa e inglesa) pero por sobre todo con las tecnologías del fascismo y nazismo, que buscaban eliminar a todos los órganos nocivos para el modelo biológico, resultados de una mezcla étnica infectada. Una especie de edificación de un fordismo criminal, que buscó una matriz determinista para identificar a estos individuos peligrosos. Las ciencias criminológicas en Chile limitaron con sus tecnologías de prevención / represión una especie de clon-delincuente, un prototipo negativo de ciudadano, asociado a la pobreza y a la clase trabajadora. La configuración de un rostro del delito en los sujetos subalternos conllevó la descriminalización de los sectores de la elite. Tal como los señala Mark Neocleous“ Aquellos que tienen el poder social por definición no pueden ser miembros de las clase de los delincuentes. Por estar a favor del régimen de propiedad privada, la clase dirigente se encuentra, por definición, del lado correcto de la ley”
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