DESDE LA MICRO
SPEED
08:48
Paro la micro… uf esta
caña me está matando,
maldito vodka… me subo y
encuentro un asiento vacío,
al lado de, por supuesto
una gorda, me siento
empujándola para dejarle
claro que es “UN” asiento
por persona…
Dan la luz verde, la micro
parte rauda aumentando su
velo cidad, excelente creo
que lograré llegar a la hora
a mi pega. La micro sigue
más rápido aún, pasando de abrazarla, me contengo…
tomo valor y me levanto de
mi asiento, para exigirle al
chofer que baje la velocidad.
Aferrándome a los fierros de
la micro logro llegar hasta
a todo lo que se le cruce
por delante La micro se
mueve de un lado a otro, las
ventanas tiritan inundado
todo con su ruido, el chofer
absolutamente
poseído
grita y hace ademanes a
los otros conductores… Se
pasa una roja… la micro en
absoluto silencio, la señora
de adelante toma su crucifijo
y reza. La gorda me clava las
uñas de su regordeta mano
en mi blanca y huesuda
pierna, la miro, me mira, sus
ojos café a punto de explotar
en lágrimas, me dan ganas el conductor, quien en ese
momento frena la máquina,
me mira, sonríe y abre la
puerta delantera para que
baje… Lo miro y con hilo
de voz le digo gracias, me
bajo, la micro parte a toda
velocidad, la gorda me mira
desde la ventana con cara de
reproche y decepción… miro
a mi alrededor… me bajé 7
cuadras antes, no llegaré a la
hora… pfff, micro 1, yo cero.
Por: Pato Saez
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