El régimen cambió todo. En el 2004, en las
cárceles había más de 500.000 criminales,
pero seis meses después, se redujo a sólo
50 presos. Se adoptó la pena de muerte y el
trabajo forzado para los criminales confesos,
narcotraficantes y violadores. El gobierno
fue más lejos. Decretó que toda figura pública
que se le encontraran pruebas sólidas de
delitos, fuera condenada a muerte.
Una nueva legislación, le permite al país
gozar de una sólida estabilidad, en donde el
contrabando y la posesión de drogas puede
originar cadena perpetua o pena de muerte.
Singapur cuenta con los mejores centros
educativos del Asia y sus estudiantes, por
regla general hablan tres idiomas. Sus
universidades están entre las 30 mejores del
mundo.
SINGAPUR
www.revistasapo.com 42