EL ARTE DE LA NO LECTURA
Pero ampliando el concepto, ¿a qué se
refiere Bayard con la no-lectura? El asunto
parte con la proposición lógica de que
somos incapaces de retener la totalidad de
un libro: la memoria actúa como una especie
de fotocopia errónea, llena de jeroglíficos
que luego son reinterpretados por nuestro
consciente. Pierre Bayard traslada un
concepto del psicoanálisis a este ámbito: los
“recuerdos-pantalla”. Esto tiene que ver con
ciertos recuerdos de nuestra infancia, que
al ser tan dolorosos, nuestro inconsciente,
incapaz de tolerar tales imágenes, suplanta
con otro recuerdo al trauma, haciendo
más tolerable nuestro porvenir. En el caso
de la lectura, al no poder recordar cada
fragmento del libro, al sernos imposible
sustraer la totalidad de la obra, creamos un
“libro-pantalla”, una superposición general y
bastante antojadiza del libro verdadero.
Sin embargo, el concepto de no-lectura
no se limita a los libros olvidados, también
existen las categorías de “libros hojeados” y
“libros desconocidos”. Son tantos los libros
que los cánones cultural es empujan a leer, y
es tan escaso el tiempo, que muchas veces
debemos aplicar lecturas caprichosas,
rápidas, para hacernos una idea general de
un libro.
La no-lectura empuja entonces al lector a
situarnos de manera imaginativa al interior
de las páginas del libro hipotético, a recrearlo
por medio de un par de líneas, o inclusive por
la portada de libro.
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