mindfulness o la celebración de talleres de relajación,
es una visión limitada y equivocada. Para obtener
resultados positivos, es indispensable la creación
de una estrategia bien planificada para promover los
hábitos de vida saludables.
¿Qué considerar en un Programa Wellness?
Las medidas que se vayan a ejecutar en el marco del
programa de bienestar empresarial pueden ser de
muchos tipos, pero es conveniente que se organicen de
tal manera que abarquen todos los ámbitos de la salud de
los trabajadores. Estas son cuatro áreas de actuación:
Salud física. Aporta energía y agilidad para
resistir toda la jornada laboral a buen ritmo.
Se incluye una alimentación equilibrada,
acorde con un plan de ejercicio físico y con
los periodos de descanso, logrando horas de
sueño de calidad.
Salud mental. Permite centrar toda la atención
en los objetivos a conseguir y potenciar la
creatividad de los empleados. En este caso,
resultan útiles las técnicas de mindfulness,
las que ayudan a optimizar la gestión del tiempo
y la capacidad de organización, así como el
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análisis objetivo de distintas situaciones para encontrar
soluciones viables.
Salud emocional. Es el ánimo con el que se asumen
las responsabilidades propias de cada puesto de
trabajo y que permiten superar con éxito los
periodos de mayor presión y carga laboral. Se
potencia con prácticas que ayudan a anular
pensamientos negativos y a potenciar la resiliencia.
Salud espiritual. Es la que impulsa a continuar
hacia adelante apoyándose en las creencias que
motivan al trabajador a afrontar con fuerza
las dificultades en las tareas diarias. Aquí
desempeñan un papel importante la misión de
la empresa, los valores corporativos y cómo estos se
llevan a la práctica.
Por: Alicia Velarde
Instituto Hábitos
664 151.9620
[email protected]
Alicia Velarde
Alicia_fitcoach
www.revistasaludenarmonia.com