Revista Salud en Armonía Edición 42 | Page 20

Tratamiento Rehabilitatorio Como buen médico rehabilitador, haré hincapié en la prevención, que será siempre el mejor tratamiento. Para las personas que realizan deportes, el uso del equipo necesario como protectores articulares en tobillo, verificar que las superficies donde se realiza el ejercicio o deporte sean las adecuadas, el perfecto calentamiento y estiramiento articular antes de realizar la actividad deportiva son indispensables para evitar un esguince y para el resto de la población que también puede afectarse por esta lesión, las recomendaciones son el uso de un calzado seguro y confortable para el tobillo, mantener fuertes nuestros músculos alrededor de la articulación y observar bien por donde caminamos serían las recomendaciones principales. Grado III: Existe una inestabilidad articular evidente, ruptura completa del ligamento, dolor intenso, deformidad e inflamación evidentes. La persona no puede apoyar el pie en el suelo ni caminar. Estos son los más graves y suponen la ruptura completa de uno o más ligamentos. Se precisan ocho semanas o más para que los ligamentos cicatricen o necesiten tratamiento a base de cirugía. Lesiones acompañantes Algunos esguinces de tobillo también se pueden acompañar de otras lesiones como: fracturas por avulsión, lesiones al cartílago articular, lesiones a nervios cercanos al esguince provocando neuralgias en tobillo; por ello este tipo de lesión necesita una adecuada valoración con tu médico especialista en rehabilitación física, quien además de explorarte clínicamente, te puede solicitar estudios (radiografías de la articulación del tobillo, ultrasonido de partes blandas) para complementar su diagnóstico, clasificar el tipo de esguince y poder así brindarte el mejor tratamiento. 18 | 19 Y ateniendo un diagnóstico de esguince de tobillo se iniciarán los cuidados primarios en la fase aguda que serían: reposo deportivo, ingesta de medicamentos antiinflamatorios, vendaje compresivo o vendaje neuromuscular, elevación de la extremidad afectada y aplicación de hielo durante las primeras 72 horas. Posteriormente se puede iniciar con terapia física utilizando ultrasonido terapéutico o laser terapéutico por sus efectos analgésicos y antiinflamatorios; electroterapia para reducir el edema periarticular, hidroterapia (uso de tinas de remolino) y crioterapia (uso de frío); acompañado de movilizaciones pasivas (realizadas por el terapista) o activas (realizadas por el paciente) al tobillo para mejorar el rango de movilidad. Se prescriben también ejercicios de fortalecimiento muscular periarticular del tobillo, el cual se va graduando dependiendo la evolución del paciente (tomada de valoraciones subsecuentes por el médico especialista en rehabilitación), iniciando así con ejercicios isométricos, posteriormente con ejercicios isotónicos sin peso y así gradualmente hasta realizar ejercicios con resistencia progresiva y ejercicios pliométricos; también simultáneamente ejercicios de propiocpecion y de actividades funcionales como la reeducación de la marcha en diferentes terrenos, iniciando en terrenos planos y posteriormente con rampas y escalones. Progresando en la terapia física y según la evolución del paciente se complementa la terapia dependiendo las necesidades de cada paciente, pues www.revistasaludenarmonia.com