Revista Salud en Armonía Edición 40 | Page 22

¿A qué me refiero? A lo que comentaba hace un rato: siento cansancio, pesadez, subida de peso, ansiedad y una serie de síntomas que me dejan un malestar físico, mental y emocional. Claro, esto en ocasiones puede ser casi inmediato o puede irse acumulando hasta terminar en alguno de los síntomas que mencioné. Así me pasa, pero igual tú lo vives diferente o tal vez no has escuchado a tu cuerpo y no reconoces aquello que le hace bien y aquello que no. Yo creo que cada persona es diferente. Tenemos una BIOINDIVIDUALIDAD, y eso mismo es lo que hace que tengamos diferentes reacciones ante lo que comemos; mas también creo que una vez que elegimos comer o tomar algo, no podemos tener el control completo de como reaccionaremos. Ahora me explico y retomo lo que les platicaba al principio: nuestro intestino es un segundo cerebro. Así como tenemos una huella digital única, así en nuestro intestino tenemos una huella única que está formada por microorganismos (microbiota) necesarios para mantener nuestra salud. Como todos los organismos, también tienen la necesidad de comer para mantener su propio ciclo de vida, del cual en gran medida dependemos para también mantener nuestra vida. Justo allí es donde nosotros ya no tenemos el control, porque así como nos alimentamos, también alimentamos a esos microorganismos. El problema es que no conocemos ni estamos conscientes que al alimentarnos, gran parte de lo que comemos es aprovechado por esos microorganismos; que si no están en equilibrio (como es el caso de la mayoría de las personas), entonces en vez de promover la salud, nos estarán causando reacción, síntomas o enfermedades. Aquí es donde entra el concepto de inteligencia nutricional. Howard Gardner clasificó 8 tipos de inteligencias. Creo que es posible que haya más, incluyendo la nutricional. 20 | 21 La Dra. Magda Carlas dice que las personas con inteligencia nutricional saben elegir entre todas las posibilidades de alimentarse. Yo creo que es cierto, es un escuchar: -LO QUE EL CUERPO REQUIERE, -CÓMO LO QUIERE, -PARA QUÉ Y -CUÁNDO LO QUIERE. Los bebés y recién nacidos lo saben muy bien, pero con el paso del tiempo somos los adultos los que no les permitimos seguir con esa inteligencia. Pondré algunos ejemplos: darle refresco en el biberón o bebidas azucaradas, decidir cuándo deben de comer, castigar y premiar con comida, obligarlos a comer algo que no les gusta, etc. Así es como nos empezamos a olvidar que tenemos un regulador interno. ¿Recuerdan que casi al principio les hablaba que cerca del 90% de la serotonina se encuentra en el intestino? Bueno, pues esta sustancia es la que se encarga (entre muchas otras funciones) de mantener nuestro estado de ánimo alegre y estable. Un bajo nivel de serotonina se ha observado en personas con depresión, Parkinson y enfermedades neurodegenerativas. Si tenemos a alguien cercano que haya presentado estas enfermedades y observamos cuál ha sido su estilo de alimentación, tal vez podamos identificar que no tienen hábitos saludables en cuanto a la comida se refiere. No estoy hablando de todos los casos. Sin embargo, ha sido tan marcada esta frecuencia que actualmente se está investigando para llegar a conclusiones más sólidas sobre el efecto de la alimentación, la microbiota y la salud física, emocional y mental. Escucha a tu cuerpo porque no eres lo que comes, eres lo que digieres y le das de comer a tu microbiota. Por: Gabriela Noriega Lic. en Psicología Clínica | CETYS Universidad Maestría en Terapia Gestalt, Terapia de 7 Campos Nutrición Clínica Avanzada ICNS www.lavidasimpleynatural.com Lavidasimple www.revistasaludenarmonia.com