Revista Salud en Armonía Edición 40 | Page 21

¿QUÉ HACE una psicoterapeuta hablando de nutrición? Puede hablar de inteligencia, de conductas, de emociones y pensamientos; pero ¿de nutrición? Sí, hoy quiero hablarles de nutrición. No porque sea nutrióloga, sino porque he aprendido y observado cómo los alimentos influyen no sólo en nuestra salud física, sino también en nuestra salud emocional y mental. Ahora se le ha dado el nombre de "segundo cerebro" al intestino, pues además de contener cerca del 70% de células de nuestro sistema inmune, también en él se producen neurotransmisores. De hecho, se calcula que el 90% de la serotonina se encuentra en el intestino. Así como la serotonina, se encuentran en el intestino muchas de las sustancias que ayudan a que nuestro cerebro funcione. Desde que era pequeña me ha gustado mucho aprender. Mis lecturas favoritas eran los cuentos, las enciclopedias (que ya están casi extintas), los recetarios de mi mamá y los libros de medicina de mi papá. Aunque a él no le gustaba que agarrara sus A|A A N C E F í SI C L BA libros porque decía que se maltrataban, yo me las ingeniaba para estar leyéndolos; obviamente no les entendía, pero fui aprendiendo muchas palabras que ya con más edad llegué a comprender. Me encantaba hacer experimentos y cocinar, entonces me daba cuenta que había alimentos que me hacían sentir cansada, otros me aceleraban, unos me ponían de malas y obviamente otros sentía que me elevaban al cielo como los postres. Lo único malo era que el efecto duraba muy poco y después quería más. Pero algo en mi interior me decía: ¿y si en vez de azúcar usas miel? ¿Y si no tomas refresco y haces un agua fresca? Sí, yo era la niña rara que siempre leía etiquetas; que si algo no me gustaba, no me lo comía; que hacía postres con frutas (por cierto los vendía en la escuela y apenas estaba en la primaria) y que tomaba aguas frescas, ¡y Kombucha! Hasta la fecha soy la rara, y mi familia y amigos pueden constatarlo. Pero encontré que mi rareza también podía usarla como unas antenas que me guiarán para reconocer qué es lo que mi cuerpo requiere para tener salud. Puedo asegurar que las ocasiones en donde he bajado esas antenas y he comido algo sólo por comerlo, por algún asunto emocional, por no hacer sentir mal a otra persona o sólo por probar para ver qué pasa, no me ha ido bien. www.revistasaludenarmonia.com