Revista Salud en Armonía Edición 29 | Page 9

¿CUÁNTAS veces al día te sientes agradecido o expresas agradecimiento hacia lo que te rodea? Vivimos en un mundo donde todo corre de prisa, donde tenemos que estar logrando constantemente, donde es importante cuidar nuestro cuerpo, alma y espíritu. Pero, ¿como podemos lograr el equilibrio con tanto por hacer, con tanto por lograr? Vivimos constantemente con la sombra del pasado y la angustia por lo que vendrá en el futuro, desesperados por mantener el equilibrio entre ser padres, hijos, hermanos, amigos; mantenernos saludables, educados, espirituales, por ayudar a quienes lo necesitan. En fin, perdemos el equilibrio por querer cubrir hasta lo que no nos corresponde, juzgando a otros, así como a nosotros mismos. Una herramienta muy práctica y sencilla para calmar toda esta ansiedad, por controlar diversas situaciones en nuestra vida, y la necesidad de pertenecer o de lograr es la gratitud. La gratitud es una práctica que nos ayuda a sentirnos felices, y nos regala una mejor capacidad para enfrentar las situaciones negativas que se puedan presentar en nuestro día a día. La gratitud nos ayuda a mantenernos presente, a enfocar nuestra atención en lo que tenemos en este momento y no en lo que perdimos en el pasado. Recuerda que tus pensamientos van formando y creando tu realidad, y si solamente te enfocas en situaciones negativas o de carencia, será un reflejo de ello. Por el contrario, si enfocas tu atención en lo positivo, en la abundancia de tu vida, en los pequeños o grandes regalos que vives minuto a minuto, tu realidad también será un reflejo de ello, creando así una vida con mayor equilibrio.