Revista Safareig Poètic núm 7 Revista Safareig_7 | Page 14

SAFAREIG POÈTIC BUTACAS Calles silenciosas, veredas húmedas. Un cartel publicitario desencajado. Una luz en la pequeña ventana. Dos gatos hambrientos, saltan el tapial. Nadie entiende que la noche, calculadora y fría, carga los ánimos del pudor, y los invita a corroerse. En la barra del bar; algunos beben, otros también. En las mesas del bar, unos miran, otros tal vez. Está prohibido fumar. Eso deja libre paso al olor del sudor. Aliento a alcohol y un perfume barato, quiebran la escena. Dos banquetas ocupadas, pies inquietos, dos de hombre, dos de mujer. Uno, bien apuntalado al parquet rayado por su andar, pisa zapatos marrones. .Sus piernas largas inquietas, cambian de postura y clavan el taco del zapato izquierdo, en el descanso de la banqueta. Se le ve un calcetín desencajado del talón, dejándose asomar el tobillo. El zapato derecho golpetea con su punta en la base de la barra. El pantalón es gris, con dobladillo. La rodilla, marca el ritmo del taconeo del pie derecho, desacompasado, pero constante. Al costado, dos zapatos de mujer. Dos pies de mujer. Dos tacos. Una banqueta. Apoyada en su muslo derecho, la pierna izquierda estirada, muestra un lunar pequeño, como un tilde, como marca sutil, que atrae las miradas de los que están en las mesas. Unos miran… otros también. Se gira en su misma posición y el glúteo desliza su vestido blanco hacia arriba. .El lunar queda más expuesto. .Sus piernas largas dibujan el escenario presencial y se animan los gestos a contemplarlo. El gris y el blanco, mueven sus piezas hasta encontrar la comodidad de la cercanía. El pantalón ajustado retrasa el encuentro, porque la incomodidad de la postura, no deja libre su expresión viril. La falda corta, reclama más cercanía… Se preparan los pies ocultos por la luz… indicando un encuentro. Porque sus tacos, sus colores opacos, brillan al encontrarse. Mientras tanto, como un grito de deseo, imagino más allá de las piernas… Las butacas dejan fluir los pies con sus piernas y entrelazados en un mismo entender. Las miradas de las mesas, los murmullos de los que no quieren ver… pintan la escena… Se alejan dos zapatos marrones… detrás dos de mujer. Marcelo Castellano 14