movilidad. Las revisiones más recientes destacan que este tipo de intervenciones reducen el riesgo de lesiones y optimizan la mecánica articular, lo que demuestra que el trabajo preventivo debe ir más allá de la simple carga de entrenamiento.
La clave: dosis y progresión
Ningún ejercicio es en sí mismo dañino. Incluso aquellos catalogados como“ agresivos”, como la pliometría o las cargas excéntricas, pueden ser altamente beneficiosos si se programan con técnica, progresión y control adecuados. La diferencia entre la adaptación y la lesión radica en la dosis, la calidad del movimiento y la
A + capacidad de recuperación del deportista.
Conclusión
La medicina deportiva se enfoca en individualizar las cargas, enseñar progresiones seguras y priorizar siempre el entrenamiento de fuerza como pilar para la salud articular. Para quienes presentan dolor o factores de riesgo, las actividades de bajo impacto como la bicicleta o la natación constituyen aliados invaluables. En definitiva, cuidar las articulaciones no significa evitar el movimiento, sino aprender a dosificarlo con inteligencia y ciencia.
RUNFIT MAGAZINE 33 | SETIEMBRE 2025