REVISTA RICARDO Marzo 2015 | Page 37

EL CIERVO Tienen patas delgadas, pe zuñas partidas en dos y largos cuellos con cabezas largas y finas, aptas para el ramoneo o el pastoreo, salvo algunas adaptaciones concretas en algunas especies como es el caso de los alces, que pastan vegetales acuáticos, o los renos, de hocicos peludos y anchos aptos para ramonear liquen en las zonas árticas. Son esbeltos herbívoros, si bien las especies más grandes tienen una configuración similar a un caballo, mientras que las más pequeñas resultan más rechonchas para poder moverse con facilidad por el sotobosque. Tienen el pelo liso o moteado en la mayoría de las especies, salvo algunas cuyo pelaje es poco preciso como ocurre con los renos, y son los únicos mamíferos a los que les crecen astas o cuernas χϊ nuevas cada año, formadas por hueso muerto. En la mayoría de las especies que comprenden la familia, solo las desarrollan los machos a partir del primer año de edad, aumentando de tamaño y complejidad a medida que el individuo va madurando; los machos las utilizan durante la época de apareamiento cuando compiten por las hembras, mientras que las hembras que sí son astadas al parecer las usan como elemento de defensa para sus crías, ya que el periodo de muda no coincide con el de los machos. Las astas empiezan a formarse a partir de dos protuberancias del cráneo. Al crecer, las recubre un terciopelo llamado «borra» que posee gran cantidad de vasos sanguíneos para alimentar el hueso que crece bajo ellas. Cuando las astas