Los adolescentes forman parte de un
grupo social que usualmente se
oponen en muchos casos a actuar
según las normas establecidas, este
grupo se caracteriza por enfrentar las
reglas instauradas por los adultos y
su conducta ante las relaciones
sexuales no es la excepción.
Es por esta razón que la educación
sexual
es
fundamental
para
mantener relaciones seguras, ya
que, si se tiene un mayor
conocimiento de tema, aumenta la
responsabilidad, así se podrían medir
las consecuencias y ser más
consciente.
La práctica insegura de las relaciones
sexuales prematuras puede traer
grandes
consecuencias
y
problemáticas muy grandes, las
cuales pueden agredir física y
psicológicamente al joven.
Entre los retos que deben enfrentar
los adolescentes están las relaciones
con la práctica de su sexualidad y el
riesgo que esto conlleva para su
salud, por el posible advenimiento de
embarazos no deseados, sus
consecuencias, así como el riesgo de
adquirir una Infección de Transmisión
Sexual.
Muchos adolescentes inician su vida
sexual por presión social, por tratar
de sentirse aceptado en su grupo de
amigos
o
porque
desean
experimentar nuevas sensaciones.
Lamentablemente, muchos jóvenes
no están bien informados, ni se
preocupan por estarlo, no conocen
métodos anticonceptivos ni miden las
consecuencias que puede generar
esta práctica insegura.
Síntomas
Los niños son expuestos a
insinuaciones
sexuales
mediante la televisión, internet
o videos musicales.
Los niños también crecen en
ambientes inapropiadas para
su edad, donde se incita a
adquirir
comportamientos
inconvenientes para su edad.
También debido a que en el
ambiente familiar no hay una
relación sana o de confianza,
los
mismos
deciden
experimentar por sus propios
riesgos.
Muchos adolescentes creen
que sus amistades ya han
iniciado su actividad sexual, por
lo que se ven obligados a
hacerlo para seguir dentro del
círculo.
Finalmente el consumo de
drogas y alcohol induce a los
jóvenes a tener conductas
sexuales no saludables o
tempranos que puede traer
consecuencias no deseadas.