Revista Replay Nº23 · julio 2020 | Page 7

▶ START QUERIDA, ENCOGÍ LA CONSOLA (Y LA NOTA TAMBIÉN) Llegó la Game Gear Micro, y no, no es Sonic manejando un Chevallier. REMASTERIZACIONES QUE SÍ Una de las joyas del software español recibe una lavada de cara excepcional. ▶ Por Kabuto de las remakes y de ¿Cansados que nos quieran esquilmar los bolsillos con simples reskins? Pues nosotros no, si el trabajo es tan bueno como el realizado con el clásico de estrategia de 2001 Commandos 2: Men of Courage, rebautizado como “Commandos 2: HD Remaster”. Aquel mítico juego de PC vuelve aggiornado a los tiempos actuales con una espectacular renovación de gráficos. La saga Commandos, iniciada hace ya 22 años por Pyro Studios, es un hito de los juegos de estrategia. Supo introducirnos de forma impecable en acontecimientos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial de la mano de un conjunto de carismáticos e inolvidables personajes. Nos adentramos detrás de las líneas enemigas nazis para llevar adelante nuestra misión: desbaratar el avance fascista. Tal fue la repercusión del juego que hoy por hoy sigue siendo el software español más vendido de la historia. Aquel mítico juego de PC ahora se encuentra disponible, en esta Commandos 3: Destination Berlin, la tercera parte de la saga que salió en 2003 e inauguró el motor 3D para la franquicia, también está disponible en Steam. nueva versión HD, en Steam (la tienda online de Valve). Por despreciables $225 podremos reencontrarnos con esta apasionante aventura. Recientemente se amplió además la disponibilidad hacia PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch. A diecinueve años de la salida oficial del juego, Replay recomienda fuertemente darle una oportunidad, no solo a la nueva versión HD de este clásico, sino también a la saga toda. Como diría el boina verde: “Listo para la acción”. A principios de junio, Sega presentó la nueva Game Gear Micro, una nueva miniaturización de una de sus consolas clásicas para que ahora la tengas en la palma de la mano (sus dimensiones rondan los 80 x 43 x 20 mm). En realidad, si vamos a ser 100% precisos, SEGA presentó cuatro nuevas Game Gear Micro, ya que la consolita en cuestión va a salir en cuatro versiones, cada una con cuatro juegos distintos para disfrutar en las 1,15 pulgadas de la pantalla que... ¡AAAAAAAAH, BASTA! Ya no puedo seguir con esta farsa. ¿Posta? ¿Una miniconsola de una portátil? ¿Cuál era la necesidad? Yo tuve una Game Gear en mis manos, realmente no es TAN pesada. De hecho, una de las cosas positivas de esa consola es que, a pesar de su tamaño, el display se ve bárbaro. ¿Por qué achicar una consola perfectamente funcional con menos juegos y no apta para miopes? Convengamos en que (más allá de un hipotético nicho de amantes del retrogaming y el armado de barcos a escala en botellas) la existencia de las miniconsolas anteriores se justificaba por la salida de un catálogo bastante amplio de títulos que es a veces difícil y costoso de conseguir. Pero ¿cuatro juegos? ¿En serio? Y lo más indignante de todo: llevar el concepto de la miniconsola a una portátil con display integrado. ¿A nadie le pareció una mala idea? ¿Tienen idea de cuántas personas capaces de comprar una consola con cuatro juegos porque sí además tienen menos de 2 puntos de aumento focal? APUESTO A QUE SON MUY POCOS. Estos dedos de chorizo tampoco pueden, en ese espacio reducido, apretar salto sin disparar, se los aseguro. Sea como sea, la moda de hacer consolas cada vez más pequeñas está yéndose de mambo. ¿Qué sigue? ¿Un llavero que si apretás un botón carga juegos de Game Boy como si fueran chistes de Jaimito? ¿Una DS que se maneje con un alfiler? ¿Nanobots que se te inyecten en la sangre y te instalen juegos de C64 en el cerebro? Bueno, eso no estaría mal. Pero, en todo caso, basta de producir hardware que podés perder dentro de la mochila o que se puede tragar el perro. Absolutamente nadie puede mirar una pantalla más chica que el código de barras de un shampoo por mucho tiempo, años de no tener nada para leer en el baño me lo han demostrado. Aunque fuera, le hubieran puesto una correa y la disfrazaban de reloj, viejo. ¡Encima va a salir 50 dólares! 50 dolarucos y capaz te sentás encima y la hacés percha, amigo, más indigno que comprarte una Atari Jaguar, plata tirada. Llamá a Gran Zanzibar y sabés la Game Gear joya nunca taxi y todos los jueguitos que Carlos te consigue por esa platita. La verdad, felicitaciones por haber logrado meter todo ese hardware en el tamaño de una tableta Fuji, pero capaz que la cabeza y la guita para ese proyecto podrían haber hecho otra cosa. ¿Te acordás, SEGA, cuando hacías consolas de verdad? ¿Te acordás cuando hacías lo que Nintendon’t? Y a no confundirse, eh. Yo soy hincha del erizo, eh, mi viejo de chico me hizo de SEGA, íbamos con mis hermanos y mi vieja a lo de Pachi desde temprano, colgábamos los trapos, cebábamos mates y veíamos a la reserva. Y no nos quedábamos con los Sonic o los Street of Rage, no no, jugábamos los Socket, los Pit Fighter, los Cyber Cop, siempre bancando la parada. Lo digo porque me duele, loco, me duele. Porque me duele es que lo tengo que decir. Y para vos también va, Nintendo. Vos, plomero traficante de ravioles, vos también tenés la culpa. Obsesionado con hacerte grande y hacerte chico. ¿Este es el lugar que le dan al retrogaming? Achicar consolas como se achica el Estado, avance neoliberal e individualista, que atropella los derechos y desprotege a generaciones viejas y nuevas de ciudadanos del píxel. ¿Sabés la de pibes que se quemaron las retinas adelante de un Aurora Grundig de 14 pulgadas metiéndole al Lode Runner para que nosotros hoy podamos enchufar un Smart TV por HDMI? Soy un hombre simple, Marge, me gustan mis teles de tubo, mis revistas en papel y mis consolas grandes GRANDES. Usted no puede fabricar eso. Usted se tiene que arrepentir. Basta. Basta. Basta de consolas mini. ▶ Por Ezequiel Vila revistareplay.com.ar ▪ 7