revista psicologica | Page 8

personas desconfiadas

es el estudio centrado aun grupo de pacientes con inseguridad y su manejo de las emociones en caso de sentirse amenazadas y traicionadas por el resto de personas que los rodean en una sociedad misma

Detrás de las personas desconfiadas hay inseguridad mientras actúan los mecanismos de unas emociones que no dejan ser, que obstaculizan y recortan potenciales. Es posible que su comportamiento nos cause extrañeza, mientras que a la mente nos venga aquello de “quien no se fía es que no es de fiar”. Ahora bien, es necesario entender lo complicado que resulta a veces confiar al 100% en quienes nos rodean.

Ninguna soledad es más profunda y dolorosa que la falta de confianza. Quienes la padecen, quienes hacen uso de esa conducta esquiva, rígida y con tendencia a la frialdad no son precisamente personas felices.Gran parte de estos perfiles son el resultado de una decepción profunda, de una traición, de la negligencia de una infancia carente de apego y afecto. Cuando la conexión con quienes nos son queridos se rompe de manera traumática, resulta difícil volver a conjugar esta bella palabra: confianza.Nuestro cerebro, como entidad social y programada básicamente para la conexión emocional, sufre cuando no tiene acceso a la interrelación, cuando carece, en esencia, de vínculos fuertes, generadores a su vez de espacios en los que sentirnos atendidos, queridos, valorados. Si esto falla, si no percibimos ese refuerzo positivo, y sobre todo sincero, nuestra inseguridad pasará a ser nuestra propia carcelera.

Las personas desconfiadas no siempre lo son por propia elección. Es más, este tipo de perfil vive de forma constante bajo el velo del miedo. Porque si hay algo que teme es ser herido nuevamente. Por tanto, no duda en alzar muros a su alrededor y colocar detectores para que nadie sobrepase esa línea de autoprotección.

“La mejor manera de saber si puedes confiar en alguien es confiando”.

-Ernest Hemingway-