Nací en Andes
un pueblo sin gloria que se
hará famoso por mi nacimiento hace treinta años y
muchos meses.
No soy casado porque tengo fe en que el amor durará
toda la vida, y porque amar es mi manera de ser libre.
Soy hostil al amor comprometido y a la literatura
comprometida, pues en ambos casos la belleza pierde
su independencia.
No tengo títulos, ni menciones de honor.
Estuve a punto de ser abogado, pero cierta inclinación a
torcerlo todo me desvió del Derecho.
La línea de mi vida, según los astros, es una línea curva,
difícil, y que conduce a la gloria.
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