colocación de sensores en el mar , una especie de hidrófonos para grabar el ruido ambiente . QUIETMED realizará durante dos años estudios en tres áreas piloto del Mediterráneo , Creta , Malta y Cabrera y se han fondeado aparatos en estos lugares .
Hace 15 días se caló uno de estos dispositivos a unos 100 metros de profundidad en aguas del Parque Nacional de Cabrera . « Se colocan en zonas de categoría A , lugares alejados del tráfico marítimo y que se supone que están limpias de contaminación acústica », explica Salud Deudero , directora del COB-IEO e investigadora de este proyecto . « Tras la colocación , el sensor comienza a grabar el ruido ambiente y al cabo de un mes , aproximadamente , se descargan los datos y se realiza el procesado de toda la información , los denominados ecogramas . Si en una zona , que en teoría tendría que estar limpia , encontramos valores altos , y más en una estación como el invierno , que hay muy poca carga de barcos recreativos , habría que tomar medidas ».
El aparato empleado es un dispositivo de monitorización acústica pasiva , SAMARUC , que ofrece datos de la grabación de los sonidos , la clasificación de éstos , así como los niveles de ruido submarino tal y como se recoge en el descriptor 11 de la Directiva Marina Europea .
« El ruido ambiental en tierra está muy regulado , pero en el mar , no . Hasta hace poco este tipo de contaminación apenas si se tenía en cuenta », comenta Deudero , « ahora sabemos que provoca impactos en muchísimas especies , no solo en los cetáceos . Aunque no es nuestra área de investigación , hace un tiempo participamos en un proyecto de eólica marina y , en su momento , hicimos una búsqueda bibliográfica sobre las consecuencias del ruido en la fauna marina , y las hay claras y directas y otras que no son tan evidentes ».
« Con la propagación del ruido podemos tener efectos sutiles , crónicos o , directamente , letales , depende de los decibelios y , también , del umbral de tolerancia de la especie », añade . « Todos los organismos marinos que emplean la eco localización , si tienen un ambiente contaminado por tráfico marítimo , sonares o sondas tendrán problemas para posicionarse , para detectar presas o depredadores y ese ambiente distorsionado está modificando las relaciones de competencia , la reproducción o cambiando las rutas migratorias . A veces , cuando el ruido es de mayor intensidad , como el ocasionado por las prospecciones , puede producir un daño físico real , causando incluso la muerte del animal ».
El Mediterráneo es uno de los mares con mayor cantidad de tráfico marítimo , lo que unido a otras fuentes , como las actividades costeras , ha incrementado considerablemente la contaminación acústica , el proyecto QUIETMED pretende establecer recomendaciones a raíz de los resultados obtenidos en este primer estudio . « Si en una zona se encuentra más ruido del esperado , habría que realizar cambios en las rutas de tráfico marítimo , o mitigar este tipo de ruido llevando a cabo acciones para disminuirlo , como puede ser desde el uso de motores eléctricos a la regulación del uso de sonares », destaca Deudero .
Pero , además de investigar con dispositivos de monitorización acústica pasiva , este proyecto podría complementarse aplicando , también , acústica activa con aparatos como las ecosondas científicas que , por medio de técnicas acústicas , determinan la abundancia y biomasa de las poblaciones de peces . « Emitimos un sonido y recibimos el eco , el objetivo principal es estudiar las especies , peces y zooplancton , todo lo que tenga una densidad diferente del agua », explica Marian Peña , investigadora del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO , « pero la combinación de ambos métodos podría ser interesante y novedosa , porque permitiría diferenciar lo que es ruido ambiental del ruido radiado de un barco ».
Visto el impacto de la contaminación acústica submarina , las actividades con ruido potencialmente dañino deberían estar estrictamente controladas , sobre todo en áreas importantes para la biodiversidad . La mitigación del ruido de origen antropogénico se debería considerar de alta prioridad e incorporarse a la gestión responsable de los océanos , es de esperar que proyectos como QUIETMED ayuden a poner en marcha medidas efectivas basadas en la información científica .
Carmen Alomar , Salud Deudero y Marian Peña , investigadoras del IEO que participan en QUIETMED .
Fuente
http :// www . elmundo . es / baleares / 2018 / 02 / 06 / 5a798215e2704efc5d8b458d . html
Revista Pesca Abril 2018 10