Según el presidente Santos este proceso,
en materia jurídica, estaría conexo al
acuerdo logrado con las Farc, pues lo
que se pretende es hacer uso de los
herramientas de justicia transicional que
se crearon, como la JEP o la comisión de
la verdad, para ambas organizaciones
armadas, sin embargo, un eventual
acuerdo con el ELN depende mucho
más de lo que se cree de lo pactado en La
Habana, no sólo en lo que refiere a los
mecanismos judiciales.
Esas indefiniciones en la agenda de
negociación radican en que los puntos
esenciales del conflicto armado en
Colombia ya fueron contemplados en el
acuerdo de La Habana y plantear unos
diálogos sobre la misma base sería un
Uno de los grandes óbstaculos a
ejercicio redundante y estéril.
sortear en la búsqueda de un
La implementación de los acuerdos de
acuerdo es el Frente Domingo
La Habana va cojeando y se supone que
Laín, comandado por Gustavo
es un proyecto que arrojará resultados
Aníbal Giraldo Quinchía, alias
definitivos en una década, de la cual ya
'Pablito', quien hace parte del
pasó un año, así, unos diálogos mejor
Comando Central de esa
estructurados con el ELN no serían
organización armada. Esta ala del
posibles hasta que la implementación
ELN cuanta con gran arraigo
del acuerdo existente no llegue a un
territorial en los departamentos
punto en el que sea posible evaluar las
de Arauca, Boyacá, Casanare y
deficiencias (que seguramente habrá)
Vichada, también operan en los
sobre las que se debería formular un
Santanderes y el sur del Cesar,
nuevo programa de trabajo para lograr
además posee gran poder militar
eso que llaman 'una paz estable y
y se refugian en territorio
duradera'.
venezolano.
Además de las indefiniciones está el
hecho de que el ELN es un grupo mucho
más complejo de tratar que las Farc La Habana. Todavía circulan y tienen
debido a una estructura ideológica más cabida en el imaginario colectivo las
rígida y radical y su relación con las mentiras y la desinformación con las
organizaciones sociales de base con las que se promovió el 'No', por lo que el
que consulta y decide las acciones no proceso con el ELN no ha tenido ni el
militares que emprenden. Además mismo tratamiento mediático, ni ha
existe una sensación de falta de unidad generado la misma controversia en el
de mando y una actitud mucho más ámbito nacional como el proceso con las
beligerante que se evidenció con el Farc, que en su momento suscitó un gran
asesinato del gobernador indígena Aulio debate que involucró a diversos
Isarama Forastero y la masacre
de 13 personas en Magui Payán Foto: Luis Lisarazo - El Tiempo
mientras regía el cese al fuego.
Tras cuatro años de negociación
con las Farc, más un año que va
implementación y el despelote
del plebiscito la sociedad
colombiana quedó fatigada del
asunto 'Paz', la gente sigue a la
defensiva respecto al acuerdo de
sectores, lo que significa que a la gente
francamente no le importa. La gente está
cansada.
Tal será el nivel de fatiga que el mismo
Juan Camilo Restrepo, quien fuese jefe
del equipo negociador del gobierno con
el ELN, renunció a finales del año
pasado, según Restrepo la renuncia se
dio por motivos personales y
compromisos laborales previos que
debía atender, sin embargo en la opinión
pública quedó la sensación de que
Restrepo simplemente se bajó del barco,
con conocimiento pleno del desarrollo
actual del proceso y previendo un
posible témpano que haría hundir la
nave.
Incluso Santos está mamado, su partido
está sucumbiendo ante escándalos de
corrupción, su popularidad por el piso,
el uribismo le dio un fortísimo golpe de
opinión con su victoria en el plebiscito y
viene ganando mucha fuerza en los
votantes de cara las elecciones
parlamentarias y presidenciales, la
gente de la bancada de gobierno en el
congreso se le ha volteado y pusieron a
tambalear la implementación del
acuerdo de La Habana y ahora el ELN
viene y le pega senda bofetada tras el fin
de la tregua.
A falta de poco más de seis meses para
que la Casa de Nariño cambie de patrón,
Santos seguramente no ve la hora de
entregar la banda a su sucesor y
susurrarle al oído “ahí le dejo ese
mierdero”. Queda poco tiempo y su
última gran apuesta, la mesa de diálogo
en Quito, parece condenada al fracaso y
en el mejor de los casos destinada a
servir de precedente sobre el que se
pueda abordar un nuevo proceso en el
futuro, con una sociedad colombiana
más dispuesta a la reconciliación, sobre
una avanzada implementación de los
acuerdos actuales y con una
dirigencia nacional renovada y
con la energía política
necesaria para jugársela no
sólo por un nuevo acuerdo,
sino por las transformaciones
estructurales tan necesarias
para la consolidación de un
proyecto unificado de nación.
Gustavo Bell fue designado como el nuevo
jefe negociador tras la renuncia de Juan Camilo Restrepo
REVISTA PARADIGMA | 21