Revista Paradigma Paradigma Edición 1 | Page 21

Según el presidente Santos este proceso, en materia jurídica, estaría conexo al acuerdo logrado con las Farc, pues lo que se pretende es hacer uso de los herramientas de justicia transicional que se crearon, como la JEP o la comisión de la verdad, para ambas organizaciones armadas, sin embargo, un eventual acuerdo con el ELN depende mucho más de lo que se cree de lo pactado en La Habana, no sólo en lo que refiere a los mecanismos judiciales. Esas indefiniciones en la agenda de negociación radican en que los puntos esenciales del conflicto armado en Colombia ya fueron contemplados en el acuerdo de La Habana y plantear unos diálogos sobre la misma base sería un Uno de los grandes óbstaculos a ejercicio redundante y estéril. sortear en la búsqueda de un La implementación de los acuerdos de acuerdo es el Frente Domingo La Habana va cojeando y se supone que Laín, comandado por Gustavo es un proyecto que arrojará resultados Aníbal Giraldo Quinchía, alias definitivos en una década, de la cual ya 'Pablito', quien hace parte del pasó un año, así, unos diálogos mejor Comando Central de esa estructurados con el ELN no serían organización armada. Esta ala del posibles hasta que la implementación ELN cuanta con gran arraigo del acuerdo existente no llegue a un territorial en los departamentos punto en el que sea posible evaluar las de Arauca, Boyacá, Casanare y deficiencias (que seguramente habrá) Vichada, también operan en los sobre las que se debería formular un Santanderes y el sur del Cesar, nuevo programa de trabajo para lograr además posee gran poder militar eso que llaman 'una paz estable y y se refugian en territorio duradera'. venezolano. Además de las indefiniciones está el hecho de que el ELN es un grupo mucho más complejo de tratar que las Farc La Habana. Todavía circulan y tienen debido a una estructura ideológica más cabida en el imaginario colectivo las rígida y radical y su relación con las mentiras y la desinformación con las organizaciones sociales de base con las que se promovió el 'No', por lo que el que consulta y decide las acciones no proceso con el ELN no ha tenido ni el militares que emprenden. Además mismo tratamiento mediático, ni ha existe una sensación de falta de unidad generado la misma controversia en el de mando y una actitud mucho más ámbito nacional como el proceso con las beligerante que se evidenció con el Farc, que en su momento suscitó un gran asesinato del gobernador indígena Aulio debate que involucró a diversos Isarama Forastero y la masacre de 13 personas en Magui Payán Foto: Luis Lisarazo - El Tiempo mientras regía el cese al fuego. Tras cuatro años de negociación con las Farc, más un año que va implementación y el despelote del plebiscito la sociedad colombiana quedó fatigada del asunto 'Paz', la gente sigue a la defensiva respecto al acuerdo de sectores, lo que significa que a la gente francamente no le importa. La gente está cansada. Tal será el nivel de fatiga que el mismo Juan Camilo Restrepo, quien fuese jefe del equipo negociador del gobierno con el ELN, renunció a finales del año pasado, según Restrepo la renuncia se dio por motivos personales y compromisos laborales previos que debía atender, sin embargo en la opinión pública quedó la sensación de que Restrepo simplemente se bajó del barco, con conocimiento pleno del desarrollo actual del proceso y previendo un posible témpano que haría hundir la nave. Incluso Santos está mamado, su partido está sucumbiendo ante escándalos de corrupción, su popularidad por el piso, el uribismo le dio un fortísimo golpe de opinión con su victoria en el plebiscito y viene ganando mucha fuerza en los votantes de cara las elecciones parlamentarias y presidenciales, la gente de la bancada de gobierno en el congreso se le ha volteado y pusieron a tambalear la implementación del acuerdo de La Habana y ahora el ELN viene y le pega senda bofetada tras el fin de la tregua. A falta de poco más de seis meses para que la Casa de Nariño cambie de patrón, Santos seguramente no ve la hora de entregar la banda a su sucesor y susurrarle al oído “ahí le dejo ese mierdero”. Queda poco tiempo y su última gran apuesta, la mesa de diálogo en Quito, parece condenada al fracaso y en el mejor de los casos destinada a servir de precedente sobre el que se pueda abordar un nuevo proceso en el futuro, con una sociedad colombiana más dispuesta a la reconciliación, sobre una avanzada implementación de los acuerdos actuales y con una dirigencia nacional renovada y con la energía política necesaria para jugársela no sólo por un nuevo acuerdo, sino por las transformaciones estructurales tan necesarias para la consolidación de un proyecto unificado de nación. Gustavo Bell fue designado como el nuevo jefe negociador tras la renuncia de Juan Camilo Restrepo REVISTA PARADIGMA | 21