revista nórdica Mitologia_nordica.1474443498 | Page 69

cuando Harald Diente Azul, el padre y predecesor de Svein, era rey de Dinamarca. La excavación ha probado que existieron sólo durante un período muy corto, probablemente no más de veinte años y tal vez mucho menos que eso. Por otra parte, si se hubieran hecho para alojar guerreros que atacaban Inglaterra desde el mar, habrían estado situados cerca de la costa, junto a los puertos donde se habrían reunido las flotas. Sin embargo, los fuetes se encuentran en las proximidades de las rutas terrestres, más que de las marítimas, excepto Aggersborg, en el Limfjord, situado junto a un canalizo navegable. Todos están ubicados en el norte y el este del país y están orientados al Báltico más que al mar del Norte. Su papel en la conquista de Inglaterra en el siglo XI puede, por lo tanto, excluirse. Todas las pruebas apuntan a Harald Diente Azul como su impulsor, probablemente para imponer y mantener orden en el reino que había consolidado y convertido al cristianismo recientemente. Eran sin duda fortalezas y probablemente guarnecidas, pero sus habitantes no se limitaban a actividades guerreras. Había orfebres, plateros y herreros viviendo tras esas murallas. Algunos de los edificios se usaban como graneros y cuadras. La explicación más plausible, por lo tanto, es que los fuertes daneses fueron centros de poder real desde los cuales las fuerzas armadas podían ser rápidamente enviadas para controlar las regiones circundantes y hacer respetar la autoridad del rey. Recaudarían tributos e impuestos en especie por parte de la población rural y los fuertes servían de tesorerías donde la riqueza acumulada por el rey podía mantenerse a salvo y contenían talleres donde ésta podía convertirse en adornos preciosos para el rey y su corte.