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cuando Harald Diente Azul, el padre y predecesor de Svein, era rey de Dinamarca. La
excavación ha probado que existieron sólo durante un período muy corto,
probablemente no más de veinte años y tal vez mucho menos que eso. Por otra parte, si
se hubieran hecho para alojar guerreros que atacaban Inglaterra desde el mar, habrían
estado situados cerca de la costa, junto a los puertos donde se habrían reunido las flotas.
Sin embargo, los fuetes se encuentran en las proximidades de las rutas terrestres, más
que de las marítimas, excepto Aggersborg, en el Limfjord, situado junto a un canalizo
navegable. Todos están ubicados en el norte y el este del país y están orientados al
Báltico más que al mar del Norte.
Su papel en la conquista de Inglaterra en el siglo XI puede, por lo tanto, excluirse.
Todas las pruebas apuntan a Harald Diente Azul como su impulsor, probablemente para
imponer y mantener orden en el reino que había consolidado y convertido al
cristianismo recientemente. Eran sin duda fortalezas y probablemente guarnecidas, pero
sus habitantes no se limitaban a actividades guerreras. Había orfebres, plateros y
herreros viviendo tras esas murallas. Algunos de los edificios se usaban como graneros
y cuadras.
La explicación más plausible, por lo tanto, es que los fuertes daneses fueron centros de
poder real desde los cuales las fuerzas armadas podían ser rápidamente enviadas para
controlar las regiones circundantes y hacer respetar la autoridad del rey. Recaudarían
tributos e impuestos en especie por parte de la población rural y los fuertes servían de
tesorerías donde la riqueza acumulada por el rey podía mantenerse a salvo y contenían
talleres donde ésta podía convertirse en adornos preciosos para el rey y su corte.