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el templo de Uller especialmente durante los meses de noviembre y diciembre, para rogarle que enviara un grueso manto de nieve sobre sus tierras, como señal de una buena cosecha y como se suponía que él enviaba los gloriosos destellos de la aurora boreal, que iluminan el cielo del Norte durante su larga noche, era considerado casi afín de Balder, el dios de la luz. Según otras autoridades en la materia mitológica, Uller era el mejor amigo de Balder, principalmente porque él también pasaba parte del año en las oscuras profundidades de Niflheim, junto a Hel, la diosa de la muerte. Se suponía que Uller soportaba allí un destierro anual, durante los meses de verano, cuando era forzado a entregar su influencia sobre la tierra a Odín, el dios del verano, y allí se le unía Balder durante el solsticio estival, la fecha de su desaparición de Asgard, pues entonces los días comenzaban a acortarse y el dominio de la luz (Balder) cedía al siempre usurpador poder de la oscuridad (Hodur). ·Vidar, Vidar, el Dios Silencioso. Se dice que Odín amó en una ocasión a la bella giganta Grid, que vivía en una cueva en el desierto y que, tras cortejarla, la convenció para que se convirtiese en su esposa. La descendencia de esta unión entre Odin (espíritu) y Grid (materia) fue Vidar, un hijo tan fuerte como taciturno era, a quien los antiguos consideraban como una personificación del bosque primitivo o de las imperecederas fuerzas de la naturaleza. Ya que los dioses, a través de Heimdall, estaban conectados íntimamente con el mar, también estaban unidos con fuertes lazos a los bosques y a la naturaleza en general a través de Vidar, apodado "el silencioso", que estaba destinado a sobrevivir a su destrucción y gobernar una tierra regenerada. Este dios habitaba en Landvidi (la extensa tierra), un palacio decorado con ramas verdes y flores frescas, situado en medio de un impenetrable bosque primitivo donde reinaba el silencio más absoluto y la soledad que él amaba. Esta antigua concepción escandinava del silencioso Vidar es ciertamente muy distinguida y poética, y estuvo inspirada en los accidentados paisajes nórdicos. Nadie puede deambular a través de esos bosques, de millas de longitud, en un espacio sin límites, sin una senda, sin un destino, entre sus monstruosas sombras proyectadas, su penumbra sagrada, sin ser asaltado por una profunda reverencia ante la sublime grandeza de la naturaleza sobre el medio humano, sin sentir la grandeza de la idea que forma la base de la esencia de Vidar. El Zapato de Vidar. Vidar es representado como un hombre alto, fornido y bien parecido, ataviado con una armadura, con una espada de filo ancho en su cinto y calzado con un gran zapato de hierro o de cuero. Según algunos mitólogos, le debía este particular calzado a su madre Grid, la cual, sabiendo que él sería convocado para luchar contra el fuego en el último día, lo diseñó como una protección contra el ardiente elemento, ya que un guante de hierro había ayudado a Odín en su encuentro contra Geirrod. Pero otras autoridades afirman que este zapato estaba hecho de sobras de cuero que los zapateros nórdicos o